No podrán creer que después de tres años todavía recuerde.
Un 25 de mayo me la topé en la entrada de una discoteca, en esos días me sentía abandonado por todo el mundo y era verdad, sin embargo me la choque y le dije: -¿A dónde vas? ¡Quédate, acompáñame a tomar algo!-
No esperaba a que dijera que sí, pero lo hizo (¡un milagro!, ¡gracias dios por fin te acordaste de este pobre parroquiano!) y entramos juntos. Fuimos a la barra pedimos tragos (los pague yo, no vayan a pensar que soy un miserable y que dejé que ella pagara algo. ¡He!) me presente agradecidamente. Ella me contó que se estaba yendo porque se aburría como un olmo y que todos los tipos la miraban como si fueran fieras en la oscuridad, -Les brillaban los ojos- dijo. Hablábamos de muchas cosas después y las horas pasaban como si fueran minutos, cuando ella decía algo yo no podía evitar mirarle a los ojos y asentir completando las frases. De repente de tanto estar afirmando, se me subió el alcohol a la cabeza (tenia un pedo bárbaro. jaja) y para no descomponerme, comencé a mira a mi alrededor y vi a los tipos que estaban atrás de ella, miraban con rencor y luego mire para otro lado y también pasó lo mismo, comencé a inquietarme y a perder el hilo de lo que ella decía. Ivana, ese es su nombre, como que se dio cuenta y pensado que me estaba aburriendo, comenzó a jugar con el botón de mi camisa haciendo círculos para hacerme volver, para mí, fue como si me hubiera dado un cachetazo, enseguida volví a mirarla picarescamente. – ¿Te estoy aburriendo?- puso una voz infanto-adolecente que me extrañó un poco.
-¡No, no!, es el alcohol seguramente- dije. Volvimos a retomar la charla, comenzó a sonar una canción de Garbage (I think I´m paranoid) - Me encantan esas guitarras- le dije, ella, sintió que yo estaba apenado tratando de arreglarlo todo, entonces me agarró de la nuca con una mano y me besó, poniendo la otra en mi mejilla derecha como para asegurarse de que no me escapase. (¡Que se vayan a la mierda esos tipos jaaja, que me importa!) Ella me invitó a su casa y le dije que sí, mientras salíamos de la mano, miré alrededor y a los tipos les brillaban los ojos, a dos les alcancé a ver la cara, pude leerles los labios claramente, decían: H- I- J- O- D- E- P- U- T- A. Yo no entendía que pasaba (más hdp serán ellos), Ivana me jalaba de la mano para afuera y como que me di cuenta que pasaba y no pude evitar mirarle el trasero a ella. ¡NOoooo, QUE HIJO DE PUTAaaaa! (¡GRACIAS DIOS!) En mí mente podia verme arrodillado. jajaa
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