Cerrando con fuerza los ojos
Perdiendome entre tus manos
entre tus dedos como tijeras
que recortan una a una mis plumas,
que me quitan mis alas,
ya no tan mias,ni tampoco tan tuyas.

Un silencio largo recorre mi espalda
se disparan como golpes sordos
algunas mentiras muy tuyas,
secuestradas en tus labios,dos labios.
Los mios censurados, mitad carceleros mitad acusados
mis dos labios guardianes de las verdades
que ocultas entre la lengua y el paladar...

Y así,termino así sin ansias ni alas de volar
masticando esta agridulce derrota,
apretando los dientes a esta ignorancia
de no saber leerte entre líneas,
a esta ceguera de ambos ojos míos
que indiferentes finguieron no ver
la parada correcta para bajarse de aquel tren.