EL CAMPOSANTO

Dicen que los árboles de aquel lugar llevan años dormidos. Dicen que esperan que aún no sea la hora en que tengan que despertar.
Dicen que hasta dormidos a los árboles se les ha oído reír.
Mientras ellos duerman, se respirará por allí tranquilidad.

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-Hoy, en clase de historia, os voy a explicar el por qué vivimos aquí.-Dijo la profesora.- Cuentan que hace muchos y muchos años tuvimos que dejar nuestro hogar por culpa de una catástrofe natural, el agua lo barrió todo, todo menos nuestras vidas, que las salvamos gracias a la intuición. Anduvimos y anduvimos hasta que llegamos a un precioso lugar que es en el que vivimos actualmente. Cuentan que el primer día de llegar aquí, una de nosotras entró en la enorme edificación que aún hoy preside nuestras tierras y se sintió tan contenta que quiso dar las gracias por la suerte que habían tenido no sólo por haber salvando las vidas, también por haber encontrando un buen lugar donde poder empezar de nuevo.
Cuentan que se sintió tan bien dando las gracias, que cada día, en cuanto podía, volvía a ella para seguir agradeciéndole que nada perturbara sus nuevas vidas. Es por eso que pasados los años, nosotras mismas vamos a la gran edificación para continuar dándole las gracias y deseando nos continúe protegiendo de cualquier peligro que nos pudiese acechar.
-Profesora ¿Y de eso hace muchos años?
-Sí, muchos.
-Profesora ¿Más de cinco? ¿Más de diez?
-Hace unos cuarenta años.-Contestó la profesora, a lo que todas se miraron asombradas y se quedaron pensando en que cuarenta años era mucho tiempo.

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Cerca del pueblo en el que vivían unas dos mil personas, hace cuarenta años se construyó un bonito y acogedor cementerio. No le faltaba de nada, tenía una pequeña y coqueta iglesia y un tanatorio. Estaba todo rodeado por la naturaleza que se encargaba de hacer llegar a aquel hermoso lugar sus vivos cantos.
Pronto llegó la primera muerte al pueblo desde la construcción del camposanto. Los familiares de la persona fallecida, mediante una excusa, no accedieron a enterrarla en él, nadie supo el motivo.
La segunda muerte no se hizo esperar mucho, y los familiares del nuevo difunto pensaron en que si enterraban allí a su familiar, iba a estar más solo que la una, al menos eso es lo que dijeron, nos comentó el anterior enterrador de la zona, finalmente optaron por otro lugar para su reposo eterno.
Al llegar el tercer fallecimiento, los familiares del reciente muerto pensaron que: ¿Cómo iban a ser ellos los primeros en enterrar a su muerto en el nuevo cementerio, si las dos familias anteriores no habían accedido a estrenarlo? No, no iban ellos a ser menos.
El cementerio tuvo que seguir esperando.
A medida que el tiempo fue pasando y las muertes llegando y visto que aquel pueblo, por no se sabe qué extraña razón, no quería enterrar a sus muertos en él, el camposanto se fue transformando en un lugar lleno de vida animal. Conejos silvestres correteaban y jugaban sin tener miedo de los humanos. Mil y un insectos vivían en armonía en aquel entorno. Aves viajeras aterrizaban atraídas por la tranquilidad que aquel lugar les producía.

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-Hemos acabado por hoy con la clase de historia, ahora vamos con las matemáticas.- -Dijo la profesora.- Nuestra principal fuerza radica en la cantidad. Una hormiga es insignificante, millones de nosotras, somos invencibles, eso está matemáticamente probado. Una hormiga sola, moriría, un hormiguero en el que cada una hace su función es vital para todas, es por eso que todas debemos ir a una y cumplir con lo que se espera que hagamos en cada momento…

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Nota: Hace cuarenta años, en el municipio de Níjar (Almería) España, Franco hizo construir un camposanto para dar servicio a la pedanía de San Isidro, sin embargo, no se sabe por qué motivo nadie quiso enterrar allí a sus muertos.

Hoy en día lo “okupa” un grupo de nigerianos ilegales que llegaron recientemente a España. Han acampado en la pequeña iglesia y en el tanatorio ¿Quién sabe si los nigerianos van con cuidado de no pisar a las hormigas cuando estas van a rezar? Al fin y al cabo, gracias a ellas la pequeña iglesia y el tanatorio están a su disposición pues fueron ellas las que llegaron al camposanto hace cuarenta años.

Mira por dónde, la historia llevó la contraria a un dictador. El camposanto que hizo construir para albergar muerte está la mar de vivo.

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Muchas veces es recomendable analizar las cosas desde varios puntos de vista, un pequeño detalle puede ser una gran diferencia.

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Quiero dar las gracias por el pulido del texto a:
CLARALUZ