Perpetuándote.
Observó el cielo, conmemoró momentos que trataba de guardar en el olvido, sentía frío y quería llorar, sus ojos empezaron a humedecerse, quería gritar y no podía, quería correr pero sus piernas no respondían, estaba clavada al piso. No había notado las enormes raíces que la mantenían sujeta al arenoso terreno, concibió más desasosiego, cerró los ojos y recordó. Aquella mirada triste la perseguía, aquel corazón herido le reclamaba, trató de despertar y no podía, sus parpados habían desaparecido, ¿No vale la pena llorar más?, se preguntó sin conseguir respuesta… Estaba sola en el mundo, sin más compañía que sus memorias de alegría, miró al cielo de nuevo y sonrió sin sus labios... al final decidió vivir eternamente en los momentos de gozo y regocijo, perpetuando, simplemente recordando…
(un momento nada más, dejame sentirte sólo un momento más...) |