Un Día Soleado


El sol esta frente a mí, me da directamente en la cara, hay una leve brisa que cruza el pasto, la siento y me relaja. Cierro los ojos un momento para sentirla y recibir el calor del sol, corre sudor por mi frente y cara. Abro los ojos, veo gente corriendo por el pasto, no siento ningún ruido, estoy absorto en mis pensamientos. Ideas que cruzan por mí cabeza, recuerdos que aparecen. El sol solo me hace ver sombras, los niños siguen corriendo por el pasto, un pasto verde, estirado como alfombra, con un olor aturdidor que me hace entrar más en mis pensamientos. Miro hacia los lados, hay gente sentada, conversando, creo yo, pero no escucho nada, solo el latido de mi corazón, que se acelera de vez en cuando al aparecer imágenes e ideas por mi mente.
Cierro los ojos nuevamente, aparece una imagen, pero es una imagen indefinida de un recuerdo o idea que me persigue, se que se trata de otra persona, pero no puedo darle forma, deseo con toda mi alma hacerlo, pero algo me dice que me detenga y que vuelva abrir los ojos nuevamente. Veo de nuevo la sombra de los niños corriendo, pero ya veo porque lo hacen, siguen a otra sombra, que cruza el campo de un lado a otro, los miro un rato, miro hacia los lados, y me parece que las personas que están sentadas alrededor también los miran, las mujeres sonríen, los hombres se levantan y sientan, los niños miran a sus madres.
Vuelvo la vista hacia el campo, pero lo veo vacío, vuelven las ideas y recuerdos, deben ser agradables, esbozo una sonrisa. El sol nuevamente nubla mi vista, pero no importa, es una tarde preciosa, al aire libre, el calor me transporta más allá del campo, la brisa me hace volar sobre el pasto. No escucho a nadie ni veo a nadie, siento que estoy yo solo en un gran campo de pasto verde como una alfombra, deleitándome con la brisa y el sol. Pero algo perturba mi corazón, pero no puedo definir que es, muchas ideas se agolpan en mi cabeza, pero ninguna acierta sobre lo que me molesta. De pronto, vuelven los sonidos a mí, escucho primero un murmullo, después los pasos sobre el pasto, siento la gente corriendo, oigo un grito - ¡Sal a cortar arquero! -. Abro los ojos, las sombras se aclaran, veo camisetas naranjas y verdes corriendo por el pasto, aclaro un poco más la vista y veo caras familiares usando las camisetas, son mis amigos, los de siempre. Todos sudando, corriendo detrás de algo y alguien, ahora veo mejor, es un balón el que persiguen, llevado por una camiseta verde, mis amigos gritan, - ¡Achica! -; - ¡sal a cortar! -. Veo hacia los lados, la gente se levanta, comienza a gritar, - ¡Hazlo! -. Mis pies reaccionan, comienzo a correr hacia quién lleva el balón, pero mi corazón me dice que es demasiado tarde, también es muy tarde para aclarar la imagen de esa persona que me acecha en mis pensamientos, desespero, ya está todo decidido, me lanzo a mi derecha, pero es muy tarde, el balón pasa al lado de mi mano, - ¡¡¡Gooooooooooooooooollllllllllllll!!! – escucho que gritan, mi cara la dejo sobre el pasto, golpeo el suelo con mi puño, me levanto, miro a alguien que se me acerca, me dice: - ¡¿en que estabas pensando?! -, no digo ninguna palabra, pero yo igual me preguntaba lo mismo, ¿en que estaba pensando?, la respuesta debería ser “en nada”, pero sería una mentira, era en alguien en quién yo estaba pensando.
Voy a buscar el balón al fondo del arco, lo tiro hacia la mitad de cancha, mis amigos se ubican, suena el pito del referee, comienza de nuevo el partido. Coloco mis manos en mi cintura, siento la brisa cruzando el campo, el calor del sol en mi cara, se van los ruidos, se borran las caras, cierro los ojos, vuelvo a pensar nuevamente.