Mi dulzura,
mi rica, suave fresca miel en los labios,
sabe usted que la deseo
con la locura de un dios mitológico.
Tiene usted una belleza tan bonita...
Una delicia y delicada y aérea bondad la adorna,
un aroma que embriaga
y un sabor a mazorca.
¡Es que es usted tan bonita
que su figura debería ser obligatoria!
Nada de estudiar mapas
de lugares que nunca visitarán
pues son pobres y tontos.
A los niños yo les enseñaría su figura
para que vieran lo que es hermoso.
Es por eso que digo presuroso:
amada mía,
es usted un bellezón pedagógico!
Y me quedo tan ancho.
Texto agregado el 26-05-2007, y leído por 126
visitantes. (5 votos)