Paso frente al espejo y me observo. Me miro detenidamente, pero, no me reconozco.
Clavo mis ojos en las pupilas de aquella que se encuentra al otro lado,
En aquella que me dice; “Esta soy tú, tu yo exterior, me perteneces”
Reniego de ese hecho, somos dos cuerpos, una allí y la otro aquí, somos diferentes…
Ella solo se limita a responder,” puede que sea cierto,
Pero eso nadie lo descubrirá, nadie desvelará los secretos entre yo, y yo.”
Miro más allá de su oscura y envolvente mirada, intentando desnudar su alma ante mí,
Pero lo único que consigo es desnudarme yo ante ella.
Escupo promesas inútiles, promesas intangibles, entre su alma y la mía, una misma alma al servicio de dos o quizás dos al servicio de uno.
Prometo evadir la tentación, no sucumbir bajo los placeres, mantenerme firme, y prometo que esta vez entregué mi corazón sin engaños ni mentiras,
El amor me ayudara a vencer al más vil enemigo. Eso es lo que pensaba.
Entonces… ¿quién da la primera bofetada? ¿Quién comienza el duelo? ¿El pasado o el destino?, al fin y al cabo terminan siendo el mismo al igual que mi reflejo y yo.
El amor enferma, y a mi acuden las promesas, lucho por no romperlas, por ese amor capaz de no jugar, capaz de amar, por ese amor que es capaz de ignorarle a ella y verme a mi, la sombra oculta tras esa gentil máscara llena de perversidades. Es capaz de querer a ambas… y en este momento surge la duda, ¿es a él a quién quiero?
Debería.
Esto no es suficiente para el cruel y despiadado enemigo, la tentación, que devuelve al pasado, trayendo hasta a mi el aroma de su recuerdo, trae hasta mi a M, quien fue mi mas profundo deseo, lleno de pasiones y sobre todo… tentaciones.
Quien más lagrimas me hizo derramar en el olvido.
Tiernas y dulces mentiras, disfrazadas de palabras, que súbitamente desaparecieron sumergidas en una burlesca excusa.
Excusa, que a ella, mi reflejo, mi yo exterior, o quizás a mi yo interior hizo inventarse una arrogante historia, en la que juego un papel en el que los demás solo me acusaron de vil, malvada e insensible, sin embargo, preferí eso a la compasión.
Ahora, M ha vuelto, a regresado con mas fervor y pasión que nunca, pero ahora, tengo un nuevo amor al que no puedo traicionar por alguien que solo jugaba al azar. Sin embargo dentro de mí, algo grita en la agonía del deseo por deleitarse por el pasado que había escapado. Aun sabiendo que inseguro, doloroso, aun sabían que está errando. Grita.
Historias, miles de historias que acompañan a las mentiras.
Hoy he dicho la verdad y nadie me ha creído,
Mañana se descubre, y entonces, ayer vuelve a hoy como hoy a mañana,
Un ciclo interminable. Un remolino incansable de los mismos errores y tentaciones,
En el que no se que hace, pensar o sentir.
Vuelvo a buscar mi reflejo en el reflejo de mis ojos. Y me encuentro.
Lagrimas cristalinas se deslizan por las frías estepas de mis mejillas en busca de un fin,
Que no es otro que su muerte contra el suelo.
Mis labios tejen arrepentimientos, pecados inevitables. Mi reflejo se disipa y se desvanece, al igual que ocurre siempre.
Me encuentro sola, frente a la duda.
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