Si tengo sueños locos se debe a ti, a ti, se debe a ti.
Si mis lóbulos son rojos y me siguen lobos blancos no es que esté en la nieve ni me mata la fiebre, ni mi corazón es globo negro, si no verde. Si a diario la asesino no es por olvidarla, es por ser tú la princesa de mi memoria que cada día al tren se estaca o se clava una lanza. Ay de mi memoria! "en el ayer no hay esperanza", dice y maldice y se suicida y te aniquila y diez mil veces niega el pentagrama sobre el que nos revolcamos y apuñalamos. Oh música gloriosa escrita en hojas de fuego, cómo a ratos pide agua, cómo me sabe a limón, a vicio pegajoso, a silencio ruidoso.
Fui tendones desafinados tocados con arco afilado.
Fui arrobo indecoroso, fui cápsula y encapsulado, demonio hada dinosaurio desdentado, planeta sin oriente, razón pura y máximo llanto. Fui tus brazos, fui mi odio, lo fui todo en donde más vale la nada. Siempre incorrecto, siempre riendo, desesperado alado exacerbador de humanos, cruel con los mejores, discípulo del no debido.
Fui feliz, fui rusiente, ante todo soñador sin sueños, vividor sin vida. |