En la cama hay un aroma infantil, dulce y silencioso como en las épocas de mi niñez; se siente una paz terriblemente bella, mientras ellos duermen y yo los observo con la pasividad que implica jugar al héroe.
Corremos por unas calles desoladas bajo el sol de medio día y caigo en cuenta de la abertura algo exótica de la pantaloneta verde de mi hermano, pero a él ni le importa, solo corre y trata de alcanzar un cráneo blanco de perro que se encontró mientras construía su ciudad secreta….
La agarra con un palo y comienza un caminar por en medio de los sembrados y árboles frutales, grita y se siente orgulloso de haber capturado el hueso del ladrón y yo, corro como puedo atrás, pero… es inútil… su velocidad o quizá la pesadez de mis piernas me detienen…
Que bien se ven todos dormidos en sus camas, mis papás, mis hermanos… que bien me veo yo acá, tratando de apegármeles para que me cuiden, me mimen… me quieran… pero no puedo hablar, no puedo respirar… solo una parte de mi cabeza piensa en un pasado que definitivamente fue mejor y siento debilidad en mis piernas, trato de sostenerme pero al final, la mirada fija de un gato negro que algún día tuve… me derrota.
Lucho por salir de este trance, pero los demonios en mi cabeza me arrastran hacia ese mundo de desesperación y desolación, me invitan a pasar y de paso, a probar las mieles dulces de la muerte, me absorben por entre tubos de mil colores y en el calor de lo que parece ser mi infierno… descubro un rostro que me es familiar… estiro la mano y aunque mi brazo se extiende por tres o cuatro metros… no la alcanzo… ella, dobla la esquina de este maquiavélico lugar, mirando por entre sus lentes mi declinar.
No entiendo exactamente cual es el valor de la vida, o el de la muerte, pero siento una sensación en el pecho agradable… no es física, es emocional…
Mientras muero por falta de aire, y mientras lucho por gritar mamá o papá, algo internamente en mí lo disfruta… entonces… sucede el milagro… vuelvo a la vida y en ella… todos desaparecen.
Manuel Arango
Dedicado a un sueño
manuel.arango@telefonica.com.co
|