¿Joku porqué no apareces? Te necesito más que nunca, estoy apunto de cometer algo que tal vez sea un error, tienes el control de mi decisión. Aparece por favor, donde quiera que estés, vuelve conmigo a la tierra, sal del mundo bizarro en el que nos metemos a vivir tu y yo y auxiliame querido amigo.

Soy Lucy, no soy Joku, pero también somos amigas, ¿recuerdas?. Vete Lucy ahora no te necesito, tú solo avivas los días. Ahora necesito escuchar la voz de Joku, su hermosa voz que tanto me ha negado, sus ojos que me han mirado desde los 12 años. Tan callada su mirada, tan profundas sus ideas que plasma por medio de miradas que chocan en mi espalda, obligándome a voltear a una esquina donde lo único que se ve son dos paredes que se juntan. El ojo de un extraño no te nota ahí, pero en mis ojos te siento y huelo mirándome con tus ojotes de madera pulida.

― Juana! Ya llegué
― ¿Mamá?
― Te traje una dona para que cenes
― Ah, ok
Una vez escuché que la vacuidad es soledad, esa afirmación ha rondado por mi cabeza por mucho tiempo y aún no sé si deba creerla. No creo ser vacía, pero sé que estoy hundida en la soledad, y me he preguntado tantas veces: ¿La soledad es vacua entonces?, me digo que no una y otra vez, pero después no sé si la negación a la pregunta sea la respuesta correcta.

― Mamá ¿Por qué me encierras aquí?
― Hija! Juanita!, yo no te encerré aquí
― No me digas que fue dios, por qué no lo creo¿Cuál es la razón de mi encierro?
― Ahora debemos irnos, tu papá tiene una junta.
― Papá no se va, porque nunca estuvo
― Te amo mi niña

Y así fue como pasó mi querida Lucy, se fueron sin decirme el porque de mi encierro. Se fueron para siempre, el siempre que se ha ido formando con el paso del tiempo en mi mente.


Las personas que viven aquí son algo diferente a las que estaba acostumbrada a ver, hablan con el viento la mayoría. Y mientras hablo contigo contigo mi querida Lucy, hombres y mujeres vestidos de blanco, te ven y escriben en papeles que cargan siempre con ellos. Me molesta que te miren con desagrado, me molesta que te pregunten tantas cosas a las cuales no tienes respuesta, así que prefiero que permanezcas en silencio cruzando miradas con Joku.

― Lucy! ¿cómo estás? ― dijo la enfermera
― Bien, gracias
― Dr. Fuentes, mire!
― Hola Kaira, soy el Dr. Fuentes, ¿con quién hablas? ¿a quién miras?
― A ver Kaira, respóndele al doctor, como me respondiste a mi, linda ― la enfermera insistía
No hubo respuesta, por más que insistían en que respondiese Lucy se resistió. No volvió a hablar con nadie. Se perdió.

Llevo 70 años sin ver a mamá, mis recuerdos de su rostro son vagos. Papá lo olvide por completo, creo que nunca sentí cariño por él, porque el tampoco lo sintió por mí. No te diré que extraño a mis amigos, porque no los tenía, sólo tú y Joku han sido mis amigos. Sólo confío en ustedes. Ahora, más que nunca necesito a mamá, necesito que me ayude a responder lo que preguntan, que me abrace, que me ame.

Lucy! nunca te vayas de mi lado, no lo hagas como todos lo han hecho, por favor. ¿Porqué todos te preguntan sobre mi aparecer?. Que te dejen en paz! Necesito alejarte de las gelatinas matutinas y las partidas de naipes con los viejos, necesitas respirar y salir de ésta construcción de edificios personales por los cuales nadie se interesa. A nadie le importan los ''locos'', así me llamó un doctor hace ya varios años:

― Tu loca de mierda, me haces perder el tiempo a mí y a mi equipo! Asustas!

Esa escena sigue tan fresca en mi mente, como la leche que tomas cada mañana. Y me digo, no sé de que perdida de tiempo me reclamó ése homo-sapiens-sapiens, el tiempo no se pierde ni se gana, el tiempo solo pasa y pasa, te gasta y te maltrata, te ayuda a olvidar en ocasiones, pero el tiempo nunca se gana ni se pierde.
Por todo éste tiempo la vida me ha enseñado a ser vívida y me doy cuenta que en lo que me encuentro ahora mismo; encerrada, limitada, aislada, olvidada; no puedo considerarlo una forma de vida armoniosa, ni mucho menos una vida digna de ser vívida, o ¿tú qué opinas Joku?

¿Porqué estoy aquí? Tú dímelo querida amiga!
Vaya Juana, si no te lastimara lo diría con todo gusto

Ah! mira que el existir, mi existir, esta lleno de premisas sin sentido alguno o ¿Qué? ¿Puede alguien explicármelo? Ya que mi querida Lucy no puede RESPONDERLO

Calma, no tienes por que gritar a los cuatro vientos que soy una idiota

Yo no me he referido a la idiotez en ningún momento
Oh! sí que lo has hecho, al momento en que empleas el grito es un acto de idiotez

Entonces en éste caso la idiotez no es tuya si no mía
Representa lo mismo, soy tu reflejo

Calla, vete y deja que me enoje.

Te debes preguntar el porqué de las cosas sí no, ¿Cuál sería el sentido de la no-curiosidad?. Los curiosos mueren más rápido es lo que dicen, ¿Por qué yo no he muerto entonces?, no soy lo suficientemente curiosa, ¿Acaso?. Vaya, vaya, vaya no entiendo por qué no entiendo.

― Disculpe señorita ¿Qué es eso?
― Planeta tierra, mundo de animales
― Vaya y Qué hay que hacer ahí?
― Disfrutar de todo
― Entonces ¿Por qué yo no lo disfruto del todo? Solo me dedico a pensar, asustar y callar
― Bueno, cada quien tiene su función ahí. Todas distintas.
― Y yo soy ¿Un quién ó un qué?
― Un quien querida, un quien
― Bien, gracias. Adiós.
― Au revoir mon amour ― Le dijo Juana a la voz

Estoy fuera. Estoy en el planeta tierra de nuevo, me he deshecho de los edificios personales, me he alejado de la gente vestida de blanco y he desaparecido entre los pensamientos.
Entre los míos no, pero dime ¿Hacia dónde te diriges?

Supongo que hacia el olvido, no hay a donde más.
En el olvido estabas desde que llegaste ahí, en él estuviste y te moriste igual en él.

Yo aún vivo, no me menciones la muerte que no me llevo con ella.
¿Vivir? Tu nunca has vivido Juana, te inventaste y alguien debía decírtelo, tuve la desdicha de ser yo.

Mira que cada vez te vuelves más idiota Lucy, ahora me asesinas.

Yo no fui, fue el tiempo.

Algún día del año, a una hora del día, en algún lugar de la tierra.