León viejo.

El viejo capo era respetado por todos simplemente por haber llegado a viejo, cosa poco usual en su profesión. Vencedor de mil batallas, sabía que tenía poco tiempo para asegurar que su imperio de sangre y droga no muriera con el. Un hijo extraditado, otro en la cárcel y otro asesinad. Eran parte de los saldos de la batalla. Uno mas el mediano, médico alejado del negocio, solo quedaban los dos menores los cuales se odiaban mutuamente.

El viejo león había tenido a su cargo al cartel más poderoso del continente, tuvo a sus órdenes a generales, jefes de la policía y políticos de todos los niveles. A un ejercito de mas de 1600 hombres que lo protegían a el y sus intereses. Carros, mansiones, yates y aviones no solo en México si no en varias partes del mundo, en todos los continentes. Había mandado asesinar a cientos de enemigos, desde policías hasta periodistas, logro acabar con la mayoría de los competidores y consiguió conclaves que aseguraban que el negocio prosperara.

Solo la Santa Alianza formada por la unión de lo que quedaba de sus enemigos le hacía frente. Había sobrevivido a siete gobiernos y contando, disfrutado a las mujeres más bellas del planeta y cumplido todos sus caprichos. Aun ahora a su avanzada edad conservaba el porte y una personalidad impactante, el uso de un bastón solo resaltaba la misma. Doce atentados contra su vida y solo uno perpetrado por un traidor habían logrado herirlo en la pierna. Había financiado partidos políticos, televisoras, cine, guerrillas equipos deportivos cientos de negocios más.

Su presencia en los medios era casi nula solo en su juventud salio una foto de el en la fiesta de un gobernador, el que tomo la foto no vivió para contarlo. Se contaban historias de un gran señor, que había sido el padrino de todo, que había muerto en una emboscada, que dirigía todo desde Europa, etc., decenas de leyendas en torno a su persona se escuchaban sobre todo retratadas en narco corridos.

No guardaba la típica imagen del capo con sombrero norteño y cadenas de oro, eso si la elegancia lo distinguía siempre con un traje impecable y gabardina o abrigo. Había visto morir a sus hombres mas fieles, los que iniciaron con el y también a traidores que buscaban mas de lo que se les dio.

De joven practicaba varios deportes y tenía una condición física impresionante, bueno para los trancazos y mejor para el uso de las armas. Ilustrado, gustaba de leer dos libros por semana y educarse con maestros privados traídos de las mejores escuelas.

Tenía su gente de confianza, el joven Aldo que parecía su sombra y le recordaba a su persona cuando joven, le ayudaba a no perder piso ahora que con la edad se había vuelto más enérgico y algo. Y Samuel su guarura mas viejo, con mas de treinta años en el negocio con el león. Tenían además dos capos de su máxima confianza el gordo y mal hablado Malamen y el letal y discreto Danger.

Sus dos hijos vivos, el Tony y Augusto, como el agua y el aceite, uno temperamental y sanguinario y el otro más parecido a su padre, sobrio y calculador pero con un aire de buena persona. Desde pequeños dirimían sus diferencias a golpes y se disputaban palmo a palmo el amor de su padre. Ambos opacados por Cesar el hijo mayor asesinado en extrañas circunstancias. La batalla entre ellos por el poder parecía inminente. Lo único que mantenía la frágil tregua era la fuerza de su padre.