Está en el aire
(Para el éter se necesita de tu participación - en referencia a algunos conceptos de Anaxágoras):
Juntas y de vez estaban todas las cosas, sin límite en cuanto a capacidad repletiva, sin límite igualmente en cuanto a pequeñez; que lo pequeño no tenía tampoco límite.
Y, a pesar de hallarse juntas y de vez todas las cosas, bajo el dominio de la pequeñez ni una sola de ellas estaba de manifiesto, porque sobre todas dominaban Aire y Éter, y ambos son sin límites; porque en el Todo de todas las cosas Aire y Éter son las máximas: máximas en capacidad repletiva, máximas también en grandor,
Porque Aire y Éter se separan de por sí de lo que de pluralidad haya en el Circundante, y el Circundante no tiene límites en cuanto a capacidad repletiva,
Porque en lo pequeño no hay un mínimo; hay siempre, por el contrario, un menor, ya que por división no hay manera de que el ser llegue a no ser; mas también en lo grande hay siempre un mayor.
En cuanto a capacidad repletiva iguales son grande y pequeño; empero cada cosa es, respecto de sí misma, grande y pequeña.
Si, pues, las cosas son así, menester será pensar que en toda mezcla de cosas haya cosas muchas y de todas clases y los gérmenes de todas, y en tales gérmenes se encierran las más variadas figuras eidéticas, colores y sensaciones placenteras; y en tales gérmenes y con los demás están confundidos hombres y los demás vivientes, cuantos tienen alma; y para tales hombres, como entre nosotros, hay ciudades habitadas en común y campos cultivados; también para ellos, como entre nosotros, hay sol y luna y los demás astros, y para ellos hace nacer la tierra muchas y variadas cosas de entre las cuales las útiles llévanselas a casa para su servicio.
Empero antes de que se separaran selectivamente “estas” cosas de “todas” - que todas estaban juntas y de vez - , ningún color, ni uno solo, estaba de manifiesto; que lo impedía la común mezcla de todas las cosas y de ellas con lo húmedo y lo seco, con lo caliente y lo frío, con lo esplendente y lo tenebroso, y con mucha tierra interpuesta y con gérmenes sin límites en cuanto a capacidad repletiva y sin semejanza entre ellos.
Sobre esta separación selectiva téngase por dicho que no solo tuvo lugar entre nosotros, sino también en otras partes.
Y puesto que todo esto sea así, menester es pensar que el Todo de todas las cosas estaba dentro de todas
Una vez, pues, separadas las cosas unas de otras, preciso es reconocer que el Todo de todas no se hace ni menor en algo ni mayor - que no es factible algo mayor que el Todo de todas las cosas -; por el contrario, el Todo de todas es siempre igual.
Y puesto que las suertes o partes iguales en que están divididos lo grande y lo pequeño son iguales en poder repletivo, por esto mismo de esta manera también en el Todo de todas las cosas están todas.
Que no hay manera de que haya cosa aparte y señera; todas, por el contrario, poseen su parte y su suerte en todas.
Y puesto que no hay manera de que una parte "mínima" llegue a ser, no la habrá parecidamente para que pueda una parte separarse del Todo de todas, ni para que se engendre de por sí, sino que, cual fue al principio, así lo es ahora: que todas las cosas juntas están y de vez. Y en todas y dentro de todas hay muchas en plural y tanto en las cosas mayores como en las pequeñas el número de las selectivamente comparadas es ya igual en poder repletivo.
Mas no hay modo de saber ni por "Cuenta-y-razón" ni por manipulaciones la capacidad repletiva de las cosas ya selectivamente preparadas.
No están disgregadas unas de otras las cosas, las de este Mundo "uno", ni cortadas están unas de otras por cuña; que no lo están ni lo caliente de lo frío ni lo frío de lo caliente.
... que por círculo se mueven y se separan selectivamente (ciertas partes) bajo el poder de Fuerza y Celeridad. Ahora que es Celeridad la que produce a Fuerza. Mas la Celeridad no se asemeja en celeridad a ninguna cosa, a ninguna de esas cosas que se dan ahora entre los hombres. Por el contrario, Celeridad es veloz cual múltiplo absoluto de todas.
¿Cómo de no-cabello podría engendrarse cabello y engendrarse carne de no-carne?
En todo hay de todo, hay una suerte o parte de todo, menos de Inteligencia; mas se dan cosas en que hay hasta Inteligencia.
Fuera de éstas, en las demás hay de todo.
Inteligencia, por el contrario, es cosa sin límites y señora de sí misma y con ninguna de las demás cosas se mezcla, que Ella sola se está consigo misma. Que si no estuviera así consigo misma, sino mezclada con otra cosa cualquiera, por haberse mezclado con una tuviera parte en todas las demás, porque en todo hay una suerte o parte de todas, como queda dicho anteriormente. Y las cosas mezcladas entorpecerían a Inteligencia de modo que no podría ya dominar a ninguna de ellas, cual las dominara si se estuviera sola consigo misma. Porque es Inteligencia la más sutil de todas las cosas y la más pura, poseedora de universal conocimiento y máxima en poder.
Y sobre cuantas cosas poseen alma – cuáles más excelente, cuáles más humildes -, sobre todas ellas puede Inteligencia.
Y puede sobre el circular movimiento del Todo de todas las cosas, tanto que pudo sobre el comienzo mismo de tal movimiento circular.
Y comenzó tal circulación, primero por lo pequeño, se propagó circularmente a más y así se propagará más y más.
Y conoció Inteligencia todas las cosas: las que aún están mezcladas y las separadas y las disgregadas.
Y las que estuvieron a punto de ser y las que fueron – sean las que fueren -, las que ahora no son, las que ahora son y cualesquiera de las que serán, todas fueron ordenadas por Inteligencia; y lo fue también el circular movimiento según el que circularmente se mueven los astros, el Sol y la Luna, el Aire y el Éter, que están ya en separación selectiva; empero fue el movimiento circular el que hizo que selectivamente se separaran.
Y se separan selectivamente lo denso de lo sutil, y de lo frío lo caliente, y lo resplandeciente de lo tenebroso y de lo húmedo lo seco.
Mas hay en suerte muchas partes de muchas cosas.
Empero ni una sola cosa se separa selectivamente de todo en todo de otra, ni se disgregan por diversas una de otra, a excepción de Inteligencia. Que toda inteligencia es semejante, tanto la mayor como la menor; de entre las demás cosas, por el contrario, ninguna es semejante a ninguna otra; mas las que de ellas están en mayoría, esas mismas son las que están de manifiesto y las que cada particular cosa es y era.
Y en el mismo punto en que Inteligencia comenzó de por sí a mover, se separó Ella selectivamente de lo movido: del Todo de todas las cosas; y cuanto movió Inteligencia, otro tanto y todo ello se disgregó; y el movimiento circular producía una mayor disgregación en lo ya movido, en lo ya disgregado.
La inteligencia, la que está siendo siempre, está también ahora bien firme donde están todas las demás cosas: en el gran Circundante, en las que se van a separar, y en las que ya se han separado.
A lo denso, húmedo, frío y tenebroso dio Ella por lugar de reunión éste, donde ahora están; a lo sutil, por el contrario, a lo caliente y a los seco los impelió Éter adentro.
De tales cosas selectivamente se hace por solidificación tierra; que de las nubes se separa selectivamente agua; del agua, tierra; de la tierra se solidifican por el frío piedras, y las piedras se elevan más que el agua.
Sobre eso de engendrarse y perecer no juzgan correctamente los griegos; que ninguna cosa se engendra ni perece, sino que de cosas que ya son “se mezcla” y “se disgrega”. Y, según esto, al engendrarse llamarían correctamente “mezclarse” y al perecer “disgregarse”.
Por debilidad de los sentidos no podemos discernir lo verdadero.
Los fenómenos son lo visible de las cosas ocultas.
- Anaxágoras
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