Nuevamente el viejo sueño. Se encontraba en una habitación totalmente blanca y brillante y un hombre vestido de negro le ofrecía una especie de bola. A ella le parecía una bola de energía. La rechazaba sin saber porque y el sueño terminaba. Siempre imagino que esa energía que se le ofrecía era la misma que había perdido en los últimos años.
¿Cuando volveré a ser la de antes? se preguntaba todos los días, encerrada en su casa, sin amigos, sin futuro.
Hoy es 20 de octubre. Cumplo 32 años. Mi madre no ha llamado, tal vez se ofendió cuando golpee a mi hermana o cuando la golpee a ella misma. No me importa.
Quiero salir. Tengo miedo. La gente me da miedo, veo a una persona y sufro de escalofríos, me cuesta respirar... debo matarme.
Voy a salir, pasar el día en un parque, fumar un cigarrillo y cuando vuelva a casa me mato.
Así salio Virginia. Camino nerviosa hasta el parque, se sentó bajo un árbol, prendió un cigarrillo y pensó en como iba a suicidarse.
Aguanto solo media hora. Luego volvió corriendo a su casa, busco en un cajón su caja de calmantes, tomo 5 y cuando se disponía a tomar 2 mas apareció el hombre de su sueño.
-¿ Que pretendes?
Ella se quedo mirándolo, sin comprender.
-Yo te amo, no podes hacerme esto. Toma.- Y al decir esto la bola de su sueño se materializo en sus manos.
Virginia no movió un solo musculo. Miraba hipnotizada la bola que brillaba como un pequeño sol.
- ¿ Quien eres?- Se atrevió a preguntar.
- No lo se, soy parte de tu inconsciente. Una parte que te ama y que ahora se hace realidad para salvarte. Toma esta bola, por favor.
No sabia que hacer. Le pareció una estupidez. "Esto no puede existir", pensó. "Bueno si no existe tomare esa bola, como no existe nada puede pasarme".
Así que tomo la bola que el hombre le ofrecía. Apenas la toco desapareció junto con el hombre.
- ¿Y ahora que?- Pregunto al vació.
Nada. Simplemente se dispuso a seguir tomando calmantes. Pero se detuvo. Se vio en su juventud, a los 15 años caminando con su novio por el mismo parque en el que estuvo hoy y recordó lo que era amar. Canto temas de su juventud, sonriendo, recordando sus viejos ideales, sus sueños, sus viejos sueños sin cumplir...
- Tal vez aquellos ideales carezcan de sentido hoy en día, tal vez ya no pueda ser musica, tal vez ya no vuelva a sentir el amor como antes, tal vez viva por siempre en soledad, pero si en esta vida al menos un sueño se me ha hecho realidad, seguiré viviendo, tal vez hoy sueñe un viejo sueño y mañana puede hacerse realidad.
Dicho esto se dirigió a la cocina, con la certeza de que nuestra realidad es una constante irrealidad.
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