Debajo del agua

Cierro los ojos,
hago un paréntesis entre mi mundo y el que me rodea.
Respiro profundo y me sumerjo,
mis oídos se tapan al traspasar el nivel del agua,
mi cuerpo flota inmóvil entre las burbujas que se escapan.

Mi mente como un reloj sin cuerda
atraviesa cada rincón de mi inocencia.
Niños jugando, el sol brillando,
esos pájaros todavía siguen volando…
Mi imaginación recorrió la profundidad del infinito,
ese espacio vacío creado por tiempo ya pasado,
de recuerdos olvidados,
de personas que ya no se si extraño.

Abro los ojos,
desde abajo nada parece extraño,
la superficie aún sigue brillando.

Mi cuerpo sigue siendo arrastrado
por la más suave corriente hacia ese lugar lejano…
el infinito.,
ese río de interminable recorrido,
en el que se pierden los sueños no cumplidos,
y donde yacen los más crueles de los destinos.