| Nos tropezamos en el frío bus, aquel 30 mientras nos empujaba la gente hacia el centro, tú y yo seguíamos firmes,; frente a frente, escapando de las miradas, huyendo de nosotros.Y casi te abrazaba,  podía oler tu perfume, escuchar tu alma, sentir tu piel.
 No nos miramos, nunca lo hicimos, los segundos pasaron pronto, tercera parada, te pedí permiso, sonreíste y en mi alma te besé, nos besamos; casi dices adiós, pero sólo el roce de tu cuerpo me tocó, tus manos, mi ser…
 
 
 Esto sucede cada vez que el bus va a explotar de llenura.
 
 |