Todavía está la tarde temblando de frío
Retozando de pasión sobre tus húmedos pechos.
Mi corazón resistió el furtivo abrazo
Que nos dimos juntos sin mirarnos tanto
Coqueteando ansioso con el tuyo en brasas.

Nada nos detuvo, nada nos calmó
Ni el sopor de roces invisibles
que arrimados a la fuerza gimieron
por mas y mas dulces besos
Sintiendo ganas y más ganas de amor.

Por eso y solo por eso
No me afligí tanto en sentirme solo
Porque sentía tu mirada en mi
Solazando tu aliento pegado al mío
¡Solo el amor puede sortear esa magia!

¡Esa tarde sentí tu cuerpo y te creí mía!
Nos saciamos de este amor que se agita
Todavía relamido en la alcoba fría
Sobró tu presencia con el brillo pulcro
En la fantasía misma de mi vida
Para dejarnos huellas y el frenesí radiante

Y si es el miedo de amar sin frenos
lo que te da mas miedo
Sospecho débilmente que ya es muy tarde
porque si de antojos nadie se muere
¡Yo, ya estoy muriendo!