En la Plaza de armas, ya es hora de irse, no queda más "gente" que yo y los perros.
cuento mis monedas, mis logros y mis miserias, mis cueros empapados por la lluvia de invierno. Cuento:
cinco mil logrados entre monedas de cien pesos y una que otra moneda de quinientos, este logro pertenece a la gente que me conoce, que me ve en mi realidad y en mis defectos, setecientos pesos alcanzados entre monedas de cien, cincuenta y diez pesos de esos que dan en los vueltos de los negocios, ochenta pesos que me dieron esa gente que les molesta tener "chucherias" en los bolsillos. cuatro pesos recogidos uno a uno de esos que tira la gente por el solo hecho de ser monedas de aluminio, o al menos mi ignorancia me hace creer eso, y por ultimo una Sonrisa que vale más que todo lo que he juntado en mi vida, sonrisa sincera de una niña que me ha ofrecido un cafe para aliviar la calida lluvia de invierno y la fria mirada de la gente.