Siempre recordaría a su padre como ese día de verano cuando al amanecer le pidió alineara su corbata mientras decía que aquel piano blanco era un estorbo y que incluso veía una telaraña sobre el teclado, en aquel momento creyó que era una ironía que terminara tendido sobre el, su sangre escurría formando un grumo curioso al mezclarse con el polvo del viejo instrumento.
Murió bajo su mano, como muere la ultima abeja del verano, sin producir la mayor importancia
Texto agregado el 21-05-2007, y leído por 157
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Lectores Opinan
21-05-2007
13º Round del Club de la Pelea. Texto en concurso, por favor no dejar comentarios. Ignacia
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