Te amo cuando eres incoherente con tus palabras,
cuando no te das cuenta y casi queriendo me haces daño. Te amo como naciste, sin máscaras ni coberturas, te amo así de auténtico como me gusta que seas porque te conozco mas que nadie.

He oido de ti gritos que para los demás no significarían ni un susurro. He visto tus más profundas miradas incluso cuando tienes los párpados bajos. Y sin embargo, admito no conocerte en lo más mínimo. Eso te hace especial para mi, es esa forma de conocerte como nadie te conoce, lo que me inspira a buscar dentro de ti un oasis, en ésta sequía que amenaza con secar, de una vez por todas, mi anémica alma...