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La perdición –dijo- es torturar al alma con la voz de la mente.

Veras querido no hay nada sádico en mis acciones, veras como ni saquera existe algo que pueda ser juzgado como moral… - Mientras sonaba aquella voz ligera y fresca, se escuchaba el chirriar de un metal puesto sobre una lamina de asbesto bajo la llama de un mechero.- Solo existen las interpretaciones sobre las cosas que suceden, los juicios son invenciones de las personas para distanciarse de ellos mismos, los seres humanos somos criaturas tan estrechas frágiles y vulnerables… -En ese momento una pinza tomo el fragmento metálico incandescente lo coloco en la engrapadora industrial que estaba en al orilla de la mesa y se escucho el sonido del aire comprimido saliendo, del vapor sobre la carne, el sonido del dolor reprimido por la carne misma.- No espero tu comprensión, ni siquiera tu cooperación; - Al decir esto dejo escapar una ligera sonrisa q tapo con la palma d su mano y un brillo especial inundo sus ojos mientras se doblaba coquetamente sobre sus muslos tensando la mezclilla de sus pantalones sobre sus piernas y marcando aun mas su ajustada ropa interior- solo espero encontrar mis respuestas en ti, encontrar mi mundo en ti, encontrar mi todo en ti mi amor; justo como me lo prometiste el día en que me pediste que fuera tu novia. –En aquel momento termino sus palabras mordiendo sus labios con un gesto de locura y deseo mientras con una mano recría el contorno de su cuerpo que lucia debajo de aquellas ropas de laboratorio-.

En aquel viejo laboratorio de escuela era raro ver luces a esas horas, pero por otro lado era sabido que el honorable director conducía allí sus “experimentos” hasta altas horas de la noche. Aunque mas que experimentos lo que ocurría allí con mas frecuencia eran investigaciones de campo, en campo de sexología, investigación de campo e investigación del profesor y sus adjuntos con algunas alumnas sobre la resistencia del cuerpo humano ante sus hormonas y sus limites ante la fatiga y el placer, si saben a lo que me refiero. A pesar de que todo pareciera en su lugar aquella noche, la sensualidad, los gemidos, las personas, algo era realmente distinto, no eran los gemidos propios del éxtasis de una pasión casual, no era ese sudor de aquel cuerpo desnudo un dulce néctar q manara del ardor de la carne en la flor de la juventud, no esta vez; esta vez eran los gemidos de dolor y la desesperación, el sudor era el liquido frió que gritaba por ayuda, era un ser humano, o lo que quedaba de el, luchando por su vid, combatiendo a la muerte y a la locura, prisionero de una pasión, presa del amor de aquella a quien tanto había deseado.

¿Recuerdas lo que prometiste mi pequeño? –dijo aquella joven vestida con una bata blanca ceñida sobre su fino torso; una tierna sonrisa se dibujaba en su rostro y sus ojos se estremecían con una dulzura incomparable mientras acercaba su dedo índice a lo que parecía la nariz de aquel amasijo de carne y sangre que aun se agitaba, era difícil pensar que ese bulto hacia no muchas horas aun era un hombre.- Prometiste darme respuestas amorcito, ayudarme a encontrarlas, JiJiJi lo sé, es extremadamente cursi, pero aun recuerdo cuales fueron tus palabras exactas “prometo llenar ese vacío que otros han hecho en tu alma, prometo llenarlo no solo con amor si no con tiempo y paciencia”. –En ese preciso momento comenzó a desabrochar los botones de su bat mientras recorría con un bisturí delicadamente sobre el pecho de aquel despojo de carne, cortaba con paciencia y delicadeza, mientras deslizaba su bata y dejaba al descubierto un pequeño top rosa de tirantes, mientras la sangre aun manaba de su amante tomo el pedazo de piel que había cortado en forma de corazón y comenzó a despojarse de su ropa.- Lo Vez amor, -Exclamó aquella joven ahora en bra blanco con bolitas rojas – así siempre podré tener tu piel junto a la mía, así siempre podré traer una parte de ti conmigo, nunca estaremos lejos, justo como tu me lo prometiste –Mientras decía esto sacó una aguja e hilo de su pantalón y comenzó a coserlo sobre la piel viva de uno de sus senos, el dolor parecía mantenerla en un trance, su respiración se agitaba, termino arrojando su bra al piso y mientras que con su otra mano recorría sus pechos, convirtiendo aquel dolor en placer, pero súbitamente se detuvo – Lo se dulzura, el amor duele, y es ese dolor lo que lo hace tan especial, no amor no te quejes, yo te lo advertí desde el día que me conociste, lo repetí miles de veces cuando aun solo eras un extraño intentando adentrarse en mi mundo, se que eres fuerte por que no te rendiste, creíste en mi, creíste en nuestro amor, en este amor, perdona si fui un poco impulsiva, es solo que estoy tan emocionada. –Al momento en que decía esto levanto lenta y delicadamente la frente de su compañero y contemplo por un largo rato aquellos ojos vencidos por el dolor y el miedo, la rabia había quedado extinta junto con sus esperanzas de salir vivo de aquel lugar y con la perdida de algunos dedos, ella llevo a su boca aquel muñón sanguinolento y lo beso acariciándolo con su lengua restregando sus senos contra el cuerpo que tenia amarrado frente a si, rozo sus labios con la algunas de las grapas que sellaban aquellos restos de labios y sonrió traviesamente- La perdición es torturar al alma con la voz de la carne, por eso te lo advertí tantas veces, para tenerme , para poder ser enteramente tuya debías de pasar aquel abismo de la vida y darme tu corazón, mientras li vida siga en ti mi cuerpo no podrá ser tuyo, ni tu corazón podrá ser mío. –al decir esto contemplo los recipientes con mangueras conectados a las agujas de su espalda y reviso el reloj- Pronto, muy pronto mi pequeño, no desesperes… La pureza de nuestro amor rebasa los limites de este mundo, por eso ahora que la vida te abandona mi cuerpo puede ser tuyo… -Mientras decía esto comenzaba a retirarse aquel pantalón de mezclilla dejando ver unas pantaletas ajustadas color rosa y una ligera mancha de humedad sobre la zona de su sexo.- Dijiste que esto era lo que mas deseabas –se retiro su pantaleta y dejo a la vista su sexo que goteaba un liquido espeso y blancuzco- Yo cumpliré con mi promesa amor –Ella arranco la poca ropa que aun cubría los genitales de su amante- He cumplido tu deseo –Con su mano inyecto un liquido en la base del miembro de aquel sujeto y comenzó a cabalgarlo- Ahora ambos estamos listos para un poco de amor.. –al decir esto ella se estremeció de placer mientras gemía drenando los últimos instantes de vida de aquel hombre-
Se uno conmigo, en tu muerte dame aquello que ningún otro hombre ha podido darme –Su ritmo se aceleraba y su rostro se transformaba con muecas de dolor y placer- Dame aquello que siempre me ha sido negado –Aquella suplica se transformo en una orden- Dame tu vida, dame tu amor –Al decir esto ella comenzó a convulsionarse, unos momentos después una lagrima rodó por su mejilla- .

Creo que después de todo no eres distinto de todos, me engañaste… ¡Me mentiste! Eres tan solo otro mas, no eres especial…tan solo eres un patético perdedor que quería una chica fácil para su lista… ¡Te odio!, ¡Te odio!, ¡Te odio! –Mientras decía esto golpeaba el pecho inerte de aquel amasijo informe de hierros retorcidos y sangre. Después solo pude ver como se vestía y prendía fuego a todo el laboratorio gritando algún insulto hacia el cadáver-.

El caso del Asesinato de aquella prestigiosa escuela nunca llego a los medios de difusión, había demasiados nombres importantes involucrados, un simple accidente fue como se narro aquella noticia que salio hace poco tiempo… Pero jamás esperaron que hubiera una cámara en aquel lugar, nadie siquiera pensó en la posibilidad de que alguien viera lo que yo vi, y aunque lo pensaran, después de todo, mirar no es un crimen.

Texto agregado el 20-05-2007, y leído por 86 visitantes. (0 votos)


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