Y entre tu ojos yaces
espiritu y guerrera,
alma inquieta,
pasión e impiedad.
Te aceptas,
te traes,
desde las sombras
te quitas,
te ves una y otra vez,
caminas sin soverbia,
mujer mujer de vos,
tu dueña.
Es la hora
de las musas,
de caminar
bajo nuevas estrellas,
es la hora
de retozar en la guarÍda,
de hacer historia.
Tu tiempo empezó.
Y entre tus ojos yaces,
desenredando pasados,
creándo tu ser,
multiplicándote
sueño por sueño,
realidad a realidad
sin parar.
Latidos de sol, mares
y estrellas.
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