Fabién es una niña milagrosamente bien hablada. De modales finos e inteligente. No quiero decir que, de cuando en vez, no se le vaya una palabrita incorrecta, o que ande por las calles caminando en punta de pie y con el cuello mas derecho que el de un avestruz, o sea, la que mejor conozca las reglas de matemáticas o de español, no, quiere decir que Fabién es una niña normal; corre, juega, se ensucia los vestidos y los zapatos, como las demás niñas, sueña con ser bailarina muy famosa y viajar por los escenarios del mundo, llevando a todos los niños de otros países, su baile y su risa.
Fabién es una niña fabulosa, lee libros y conversa con su mejor amiga. Pero Fabién tiene amigos preferidos?, Claro que no, esta amiga es muy original, un día se la encontró sobre un enorme caballo cuando regresaba de la escuela y sin mas se apareció con ella en su casa. Supo que se llamaba Pipa y a partir de allí siempre le están señalando sus medias largas caídas sobre el tobillo.
Un día se encontró a un pequeño personaje llamado Uiplala, sentado de lo más tranquilo sobre su pupitre. Lo colocó delicadamente dentro de su bolso para que durmiera hasta terminar las clases. Para aburrirse, con ella y los demás chicos había suficiente, ¡como el pobre Uiplala va a venir de tan lejos para sufrir semejante tormento!.
Fabién es delgadita como un alambre. Estudia ballet y los padres saben que, las niñas de talento especial, no pueden tener una librita de más. Come mucha fruta en su estado natural y eso es suficiente. Nada de mantequilla, helados, dulces… ¡Puah!, es un horror.
A veces saca de quicio a sus padres, especialmente a la hora del baño y esta sentada junto a Pipa frente al televisor. Claro, Pipa no pone de su parte… pero no por esto Fabién deja de ser una niña normal y educada.
¡Como sueña con sus ojitos brillantes bien abiertos! ¿No es ésta la mejor forma de trasladarse al bello universo de la FANTASIA?
Cuando está de viaje por esos mundos, un halo azul la envuelve rodeándola del silencio más hermoso en la vida de una niña de ocho años.
Fabién siente los rumores del aire despeinarle sus cabellos, moverle aquel lazo como una diminuta bandera. En ese momento todo es azul. ¿Su color preferido? ¿O es acaso el azul, el color del mundo mágico de la ensoñación?
Conversa en silencio con el Principito y se interesa por la salud de la flor, solitaria en aquel lejano planeta. Allí está también Jim Hawkins quien le habla de la isla del tesoro y de las maldades de los piratas por esos mares de dios. ¡Ah!, pero si también está Pilar; ¡Claro, con unos popis modernísimos color rosa!, como aquellos zapaticos que le regaló a la niña enferma. ¿Y la niña enferma? Sí, allí está también, escuchando algo que le dice Peter Pan al oído. Pero ya no está con aquellas fiebres y aquellos escalofríos, porque ríe de lo más lindo con las ocurrencias y anécdotas que le hace Peter sobre el Capitán Garfio y los sustos que pasa el pobre con el cocodrilo que le llevó la mano.
Fabién no ha hecho la tarea escolar pero es feliz con tantos amigos que la acompañan. El barón de Manhausen conversa amigablemente con Momo sobre sus aventuras por los mares del Sur, por los extensos mares polares y las asfixiantes arenas del desierto egipcio. Está alucinada. Se ve así misma vestida con un tutú blanco como el merengue y aquellas zapatillas de punta, blancas también, dando vueltas y vueltas por el escenario, bailando para todos sus amiguitos a los que se les han unido los niños mas maravillosos del mundo y unos personajes venidos del país de las DUENDERIAS; la original Rocne, la pequeña Umy, la pelirroja Race, acompañadas por Ra Nazur, el padre de la noche y Maestro de los duendes. Es un sueño dentro de otro sueño y la pequeña Fabién baila y baila, levanta su pierna por encima de la cabeza, haciendo los pasos enseñados por la profe, poniendo atención a todos sus movimientos.
Las zapatillas de punta son un sueño íntimo, nadie mas sabe de el y por eso, a veces cree tenerlas y levanta su pie para que todos sus amigos la vean con ellas bien amarraditas al tobillo. Un día llegó a su mundo, Dartacán, con un par de zapatillas para su novia Julieta; Fabién sin más ni más, pensó que eran para ella. Así es esta niña, su fantasía no tiene límites y todo en su mundo puede suceder.
A veces Fabién no hace nada, porque para los niños eso también es importante, estar calladita en un lugar apartado y tranquilo, sin siquiera entrar al país de la ensoñación fantástica y pasar así, minutos y minutos. Hasta en ese momento infantil de la memoria, la niña cree tener en sus pies las zapatillas de punta.
¿Cuál es entonces el misterio de la fantasía infantil? Fabién sueña con su deseo más intimo.
¿Qué mundo es más importante? ¿El de la imaginación, el mundo onírico o el real?. Dejemos esto a los estudiosos. Yo, que conozco a Fabién delante de sus compañeritos de escuela, sus amigos fantásticos o dormida, sé que trae sus zapatillas.
Y una mañana muy temprano, al levantarse, en lugar de sus zapatitos escolares, verá alucinada, un par de zapatillas rosadas y hermosas junto a una nota que le dirá, escrita con letras irregulares:
Fabien, no preguntes si son reales o fantásticas. Aquí están y basta úsalas cada vez que desees hacerlo y en el lugar que prefieras siempre que creas en nosotros y nos tengas presentes,estarán contigo a pesar del tiempo.
TUS AMIGOS DE LA FANTASIA".
Cuando esto suceda, Fabién me recordará entre sus amigos. Por ahora vamos a dejarlo todo así.
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