MANOS DE CARETA.
Alma desfondada, de caricias detenida,
desdoblada...entre sombras imborradas,
temerosa te deslizas. Vas de prisa, lentamente!
Y a tu cuesta, por decoro, los pensares intransables, de riquezas adquiridas,
en pasados temporales.
En los ecos de suspiros, una pira vislumbrada,
una sed ensimismada y un reflejo en la vitrina
es el último deseo que ...de un todo...poco, la misma es nada!
La vivencia, la esperanza...la ladrona de los sueños,
se acurruca en la mirada de las horas alargadas.
Te interrogas y respondes...
y te asomas y te escondes,
magnifícas los temores con oleadas mundanales.
Y galopas, galopando...condonando gratuidades
a ese viento que te topa, a esa brisa que te atrapa.
Melodía hacinada! desoída y convertida!
Letanía perfumada, incitante cercanía!
Temerosa...poderosa, de quimera silenciada,
circundada y aunada de indelebles eslabones,
de un antaño amanecer...de un presente desolado!
Son acordes melodiosos, en la boca doblegados,
impotencias, destemplanzas...de una vida denegada!
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