Jonh y Roger

Jonh Rey y Roger Dark sostienen una rivalidad desde el momento en que el destino los cruzó, pero especialmente cuando conocieron a Mónica Dark. Uno esta casado con ella y el otro está enamorado de ella, o por lo menos cree amarla.

Recordaran que cuando Lucifer escapó del Paraíso tomó un cabello de su hija, un pequeño fragmento de su ser , lo combinó con lodo del Infierno y creo al demonio Roger Dark, lo creó como un niño para que viviera junto con Jonh; sin embargo ellos dos siempre estuvieron rivalizados desde que se conocieron, siempre compitieron y en la mayoría perdía Jonh.

Es más por un buen tiempo de su niñez Jonh Rey fue maltratado y humillado por los otros demonios, no fue sino hasta que colmaron su paciencia, que despertó el poder de Jonh.

Fue un día en el Infierno que parecía cualquier otro, los niños no dejaban de patear a un pequeño demonio que lloraba agazapado en el suelo, gritaba “Basta” pero los niños no se inmutaban, Roger miraba desde lejos y movía la cabeza de lado a lado al ver eso, pero de repente todo paró, por un instante los niños se quedaron inmóviles, luego uno a uno fue explotando, desde ese día Jonh Rey pudo ser un rival digno para Roger.

Roger y Jonh crecieron en su rivalidad, Jonh en sus tiempos como joven demonio tuvo amigos, y hubiera vivido como un demonio si Johan él último general arcángel que quedaba en el Paraíso no hubiera realizado la masacre de demonios del Infiernillo, donde la gran mayoría de demonios pereció, pero a un costo terrible para los ángeles, ya que ningún ser celestial volvió a ascender•.

Dios entonces llamó a una junta a todas las personas aptas del Paraíso para ver la forma de ingresar al Infierno.

- Señores y señoras… - decía Dios cuando fue interrumpido por la tos de una joven sentada en la junta – y señoritas, hay que entrar en el Infierno.
- Eso lo sabemos Dios – dijeron muchos – pero como lo hacemos, no iremos a repetir lo de Johan.
- Camuflaje señores – dijo la joven – hay que mandar a un espía disfrazado de demonio.
- ¿Cómo? – dijeron todos hasta el mismo Dios.
- Es muy simple, los demonios tienen muy pocos rasgos diferentes a los nuestros, uno son sus colmillos largos, el otro son sus cuernos, pero estos solo salen a voluntad propia y el ultimo son sus alas negras y algunas inclusive son como las de un dragón.
- Entonces – dijo Dios – ¿cómo copiarías esas características?
- Los cuernos ni las alas son necesarios, solo los colmillos y la actitud de los demonios.
- Y ¿a quién enviamos? – la joven volvió a interrumpir con su tos – muy bien Mónica, puedes ir.

Y así fue mando a un ángel al Infierno, mando a Mónica Dark, ella se disfrazó de demonio y se infiltro en el tumultuoso mundo demoníaco, los soldados se juntaban en bares de mala muerte y entre ellos destacaba su general Roger, sin ninguna intención Mónica sintió una atracción hacia Roger y a este le sucedió lo mismo.

Entraron los dos en un bar de esos tristes y simplones, a los que muy poco gente va, cuando Roger la vio se acercó a ella y le hablo.

- Nunca te había visto por aquí – dijo el general demonio.
- Soy nueva en la ciudad – dijo Mónica.
- Y dime ¿qué haces por aquí?
- Vengo a tomar algo.
- Yo invito – y jaló una silla para sentarse a su lado.
- Si insistes.
- Mark – le dijo al mesero – tráeme un vaso de aguasar negro y... Tu ¿qué deseas?
- Lo que tú quieras.
- Entonces que sean dos aguasares.
- Bueno, esta bien.
- ¿Cómo te llamas?
- Mónica ¿y tú?
- Roger, Roger Dark
- Ah – exclamo Mónica pues no se esperaba que tuviera su mismo apellido.
- Si muchos se sorprenden al saber que soy el nuevo general de Lucifer.
- Si, si. – dijo con una risa, era un poco vanidoso pero algo la hacía quererlo..
- Los aguasares negros –dijo el camarero.
- Gracias – dijo Mónica y todos la miraron.
- ¿Porque le das las gracias? – preguntó Roger – es servidumbre, es un ángel esclavo.
- No sabía.
- Eres muy extraña.
- Bueno hasta el fondo.
- Ah, si brindemos por nosotros.
- Por nosotros.

Que habrá tenido ese aguasar negro, pero luego de tomarlo Mónica y Roger se besaron, luego de besarse Mónica cayó dormida.

Mónica siguió yendo al Infierno pero ya no iba a cumplir con su misión, pasaba el día entero hablando y besándose con Roger,

Una demonio llamada Kared, que había tenido una relación con Roger estaba celosa de Mónica, pero como no, terminan hace menos de una semana y sale con una perfecta desconocida.

Fue así que un día se apareció Jonh en el bar pues tenía la cabeza dando vueltas, ya que desde unos pocos días atrás (La Masacre del Infiernillo) se había enterado de la verdad sobre sus padres, y necesitaba beber algo.

Mala suerte para Jonh, en ese momento apareció Roger que se había vuelto increíblemente insoportable con Jonh por el hecho de ser híbrido. Roger jaló una silla y sentó en la misma mesa que la de Jonh.

- Vaya – dijo Roger – parece que me confundí de lugar, no recuerdo haber ido al Paraíso.
- Muy gracioso Roger – dijo Jonh – pero al menos yo se de donde vengo.
- Prefiero no ser nada a ser mitad ángel.
- Estoy seguro que te vas a tragar tus palabras
- ¿Quieres pelea?
- Cállate, ¿quién es la chica de allí?
- Ella es Mónica

Mónica había entrado sin que Roger se diera cuenta y estaba sentada unas mesas más allá, al ver a Roger se paró y lo llamó con la mano.

- Roger – dijo Mónica – aquí.
- Espérate – dijo – me encontré con alguien.
- ¿Quién es? – dijo Mónica sin sentarse.
- Ven te lo presentare.
- Allá voy.

Mónica se dirigió al sitio donde Roger y Jonh estaban.

- Mónica te presento a Angelito.
- No me llamo Angelito, imbecil sin cerebro, me conoces desde siempre y eres tan bruto que no te acuerdas.
- Vamos, Angelito, o quieres que te llame por tu verdadero nombre, Jonh Rey de la Rosa, hijo del traidor Ikki Rey y de la arcángel Mía de la Rosa, Jonh el híbrido.
- Roger no lo trates así –dijo Mónica.
- Tiene estirpe de ángel.
- Por si no lo sabes, Lucifer es un ángel.
- Cállate insolente.
- A ti te voy a callar para siempre de una buena vez Roger – y Jonh empujó a Roger y lo cogió del cuello.
- No se peleen – dijo Mónica intentando separarlos, al ver que no podía se fue.

Cuando Roger iba a contestar con un golpe a Jonh un shuriken los separó.

- No es posible – dijo Roger – angelito tus amiguitos están aquí, esta es un arma celestial, registren la zona, sí tu también angelito, ¿dónde esta Mónica? Espero que no se la llevaran, después de la masacre esperaría cualquier cosa de los ángeles.

Mónica estaba oculta en un balcón bajo, donde estaba casi echada cuando una voz le hablo por la espalda:

- Los demonios no se dan cuenta de tu presencia – dijo – pero yo no soy un demonio del todo.

Jonh Rey estaba detrás de ella mirándola fijamente.

- Tú puedes sentir mi presencia – dijo Mónica asustada.
- Sí, sí puedo, como todo buen ángel.
- ¿Y que vas hacer ahora?
- Nada.
- ¿Cómo que nada pensé que estabas de lado de los demonios?
- Lo estaba, pero ahora tengo dudas sobre eso.
- Bueno, me he dado cuenta que los demonios son muy desagradables, me voy a alejar de Roger por un tiempo.
- Hay veces en que Roger es gentil, pero desprecia a los ángeles, si se entera de que eres un ángel, estás perdida.
- Sé como defenderme, gracias.
- Debes irte de aquí no desearás que te encuentren, conozco una salida donde los demonios no te están buscando.
- Entonces vamos.

Salieron por una especie de túnel muy apretado, ya afuera caminaron por las calles del Infierno, donde estaban los bares y los sitios de baile.

Entraron a una discoteca, el lugar estaba lleno de demonios bailando de forma exageradamente desinhibida.

- En el Paraíso - Le dijo Mónica a Jonh al entrar al lugar – no hay esa música.
- Es música - le aclaró Jonh – de demonio.
- Es muy alegre.
- Y perversa, insita al libertinaje.
- Vamos a bailar.
- Eres una ángel muy rara, ¿qué pasaría si Dios se enterara que su espía se divierte en los clubes del Infierno en lugar hacer su trabajo?
- No se tiene que enterar.
- Esta bien vamos ha bailar.

Y bailaron junto con el cúmulo de miles de demonios del lugar, luego de varias horas en la pista de baile Jonh y Mónica fueron a la barra a tomar algo.

- Un Resorem – dijo Jonh al barman – y para ella un vernreq.
- Roger me daba cosas más fuertes.
- Déjame adivinar, casi siempre te dormías, primero deja que tu ser se acostumbre antes de meterte cualquier cosa.

Mientras bebían se le acercó a Jonh un demonio que había conocido hace un par de años y con el que no se llevaba muy bien.

- Vaya Jonh – le dijo – Tan poco tiempo y ya remplazaste a Mabel
- ¡Cállate! – Le gritó Jonh – no quiero hablar de ella.
- Oh, vaya estás dolido, híbrido de mierda.
- Colmaste mi paciencia.

Jonh dejó el vaso en la mesa y le propinó un golpe de lado en todo el rostro con el puño, el demonio cayó con la cara destrozada, esta se levantó y se lanzó a atacar a Jonh.

Jonh se subió con una mano sobre la barra y le dio una patada sacándolo a volar contra la pared, lo levantó de suelo y lo miró a los ojos.

- No me vuelvas a molestar infeliz – le dijo Jonh.
- ¿Qué le hiciste a Mabel? Ya no se atreve a pelear, por tu culpa fenóme…

Jonh atravesó con una mano el corazón del demonio y este se hizo polvo.

- ¿Quién el Mabel? – le preguntó Mónica.
- No quiero hablar de eso – contestó Jonh.
- Bueno, sabes te ves bien cuando te enojas – Jonh le devolvió un sonrisa algo triste – esa tristeza, eres especial Jonh.
- Vámonos Mónica.

Se marcharon de ese lugar pero Mónica y Jonh siguieron viéndose y Jonh pensaba que Mónica “Es una niña, una niña que no diferencia entre el bien y el mal”

Luego de un tiempo Mónica decidió volver al bar, quiéralo o no, Roger era parte de ella y le importaba, grave error.

- Mónica – dijo Roger – ¿porqué no has venido en todo este tiempo? Estaba preocupado por ti.
- Estoy bien – dijo Mónica – tenía asuntos en mi casa.
- Yo sé quien eres, – dijo una voz detrás de Mónica – eres una espía de Dios.
- Pero ¿qué locuras dices Kared? – dijo Roger.
- Una ángel – contestó Kared desde detrás de Mónica.
- ¿Tienes pruebas? – le refutó la acusada.
- Bueno Lucifer me hizo prometer que no te diría, pero la vi con Jonh en un club el otro día.
- Mónica ¿porque sales con híbridos? , te prohíbo volver a verlo
- Cállate – dijo Mónica – tu no me puedes prohibir nada, Roger terminamos, me voy.
- A no, señorita – replicó mientras la agarraba del brazo – usted no se va ha ir.

Mónica se dejó llevar por el enojo y lanzó un shuriken volando que cortó la mejilla de Roger.

- Kared tenía razón – dijo el herido – eres un ángel y como tal debes morir.

Roger levantó su espada para matar a Mónica pero alguien lo sujeto del brazo desde atrás.

- ¡Híbrido! – dijo con tono de sorpresa Roger.
- Tú eres el que debe morir Roger – dijo Jonh sin soltar el brazo de Roger.
- No, Jonh – intervino Mónica – debemos salir de aquí.
- Vayámonos – dijo apresuradamente Jonh.

Jonh le dobló el brazo a Roger y de haber tenido huesos se los habría roto, luego le propinó una patada en la espalda y mientras el demonio se levantaba Jonh y Mónica huían.

Lograron escapar y se ocultaron en una cabaña a las afueras de la ciudad, estaba destartalada y parecía que nadie hubiera venido aquí en muchos años.

Mientras Jonh veía el interior de la cabaña sentía que ya había estado allí.

- Este lugar se me hace familiar – decía Jonh – no sé porque.
- Jonh – le dijo Mónica – perdóname, ahora es seguro que todos los demonios te odiarán.
- No importa, al fin y al cabo no los aguantaba.
- Jonh…

Mónica y Jonh se acercaron, estaban a punto de besarse cuando Jonh vio algo en un rincón de la cabaña

- Mónica mira – decía Jonh, mientras Mónica perdía el equilibrio y caía de cara.
- Es un cesto – dijo mientras se levantaba – y mira en el piso una espada.
- No es cualquier espada es la FireSword la espada de daño incurable.
- Es el arma de tu padre.
- Si – dijo Jonh mientras la recogía.
- Jonh – dijo Mónica – debo irme Dios tiene preparada una defensa que me está esperando.
- Mónica – dijo Jonh con la espada de su padre – yo voy contigo, también me deben estar buscando además solo yo puedo cuidar bien de ti.
- Jonh, tonto.

Mónica y Jonh se abrazaron y estuvieron un buen tiempo mirándose hasta que al fin se besaron, no como los besos de Roger sino un beso largo y cálido.

Luego se separaron y prepararon todo para marcharse. Y emprendieron vuelo, estaban cerca, muy cerca del Paraíso, cuando algo tomó a Jonh de la pierna.

- Traidor como tu padre – dijo una voz – tendrás el mismo destino que tu padre.
- No lo creo Lucifer – dijo Jonh – reconoces esta espada.
- El arma de tu padre – dijo Lucifer sorprendido y sin soltarle la pierna a Jonh
- Lucifer, dile adiós a tu brazo – dijo Jonh mientras blandía la espada y le cortaba el brazo a Lucifer, luego Jonh tomó el brazo y siguió alejándose – me lo llevaré como recuerdo.
- Jonh Rey – gritó Lucifer – te pareces a tu padre.

Lucifer estuvo por una buena cantidad de años sin su brazo derecho, luego les contaré más de esto.

Jonh Rey y Mónica huyeron al Paraíso donde Jonh logró ser aceptado por Dios, que no volvió a dudar así de otra persona y un poco de tiempo después Jonh Rey ya se había ganado el respeto de todo el Paraíso.

Este fue una reseña de como fue que Jonh Rey conoció a Mónica, Roger luego faltaría a su palabra de no ser un ángel y por un buen tiempo viviría en el Paraíso, luego volvería al Infierno y luego regresaría y la verdad es que este tipo no se puede decidir así que por ahora adiós.