Ya te fuistes madre
ya solos nos dejastes
el vacío es tan hondo
que no se puede reemplazar.
Días tristes y dolorosos
el tiempo parece ausente
los recuerdos del ayer
se hacen hoy presentes.
Unos tras otro acuden
tal vez para no olvidar
aquellas enseñanzas
que nos quisistes dar.
¿No estás? ¿En verdad no estás?
Aún no me puedo creer
que el teléfono no sonará
y que tu voz tan conocida
no me va a preguntar
por los niños, si hay problemas
que si todo marcha bien.
Los días pasan y las dudas
se convierten en certeza
la cruda realidad
me viene a confirmar
que ya en la tierra no estás.
Solo hay silencio
tu voz no suena ya
silencio, solo silencio
por todas partes que voy
silencio, solo silencio.
Tu casa deshabitada
tus enseres repartidos
me viene a confirmar
que ya en la Tierra no estás.
Adiós madre, adiós
gracias por lo que nos has dado
que tu alma esté en la Luz
bañada de Paz y Felicidad.