-Amor, ¿qué le han hecho al Mundo?- digo yo, mientras el Amor solo me ve con sus bellos y profundos ojos desbordantes de lagrimas.
-Ya no parece respirar, esta pálido y débil; no quiere seguir así.-el Amor ahora solo deja correr perlas saladas a través de su rostro invadido por tristeza.
-Algunos en este momento hacen lo que pueden, pero frente a un Mundo tan deteriorado y lastimado, sus intentos no parecen prosperar.-sigo hablando yo, como si fuera lo único que me mantiene en este momento- pero Amor, ¿Por qué no dices nada?
- No puedo dejar de llorarle al Mundo y no se que más decir.
-Amor, ¿Qué le han hecho al Mundo?- no puedo evitar repetir la misma pregunta una y otra vez- ¿Qué le han hecho amor?
Los dos ahora quedamos en silencio, no tenemos que decir nada, estamos preocupados por el Mundo; se que repetir la misma pregunta solo pone peor al Amor, pero no puedo dejar de preguntarme a mi mismo “¿Qué le han hecho al Mundo?”
Ya no se cuanto tiempo llevamos esperando, los sillones de colores pálidos nos van inundando la mirada tal y como la tristeza nos inunda el alma.
De repente una voz grave como de ave de mal agüero se oye a nuestras espaldas:
-¿Quién viene acompañando al Mundo?- instantáneamente el Amor y yo nos paramos.
-Nosotros- dice el Amor impaciente- díganos que sucede.
-Lo siento mucho, pero el Mundo se nos ha ido, no pudo resistir mucho en el estado en que se encontraba.
-¿Qué ha sido exactamente?-pregunto yo agarrando fuertemente de la mano al Amor.
-Pues los continentes ya estaban muy dañados, es sorprendente que hayan durado tanto en esas condiciones, y además se sumó una insuficiencia marítima.
La voz se va, dejándonos sumergidos en el más profundo dolor; el Amor se arroja a mis brazos, hunde su cara y empieza a llorar y repite una y otra vez: “¿Qué le hicieron al Mundo?”
Poco a poco deja de hablar, y en un momento dejo de sentir su respiración, alarmado le alzo la cara que tenia hundida en mi pecho y veo que el Amor no respira, no se mueve.
-Amor, Amor respóndeme- grito desesperadamente.
Le beso, le abrazo, le acaricio, para ver si logro revivir al Amor, pero no responde.
Es inútil.
A unos metros yace el Mundo inerte y muerto para siempre; en mis brazos ahora el Amor acaba de soltar su ultimo suspiro, primero el Mundo, ahora el Amor.
Me quedo callado, solo balanceando al amor junto a mi pecho, todo mi entorno se desdibuja lentamente, hasta que una voz burlona me dice al oído:
-Ya se fue el Mundo, ya se extinguió el Amor, solo quedas tu.
-Lo se, pero aun seguiré aquí un tiempo más.-le contesto a la voz desafiándola
-Si, la esperanza muere de ultimo.
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