Soledad…Inútil es pensar que un día te irás…utópico es imaginar que una mañana despertaré y no te encontraré, cuando desde años has sido la primera en saludarme al despertar y la primera en invitarme a soñar.
Si hace tantos años que eres mi fiel compañera, donde quiera que vaya, ahí te encuentro, siempre a mi lado; eres la amiga que no traiciona, que nunca falla.
Soledad…Gran parte de mi está en ti y no se si algún día pudiera alejarme de ti, porque se que aunque trate de escapar siempre me vas a encontrar.
Vas a ser tú, quien siempre me reciba con un escalofriante abrazo y quien siempre me despida con un beso de desencanto.
Soledad…En mis noches de lluvia y mis días de andar, en mis días de llanto y felicidad, en mis tropiezos y en mis victorias, en mi libertad y esclavitud, soledad.
Y puedo presumirle al mundo que conoces todo de mi. Si…Conoces las dos partes de mi moneda, mi ángel y mi demonio, mis fortalezas y mis debilidades, mis penas y mis alegrías, mis miedos y mis ilusiones. Y se, que si pudieras encarnar, con una sola palabra me podrías destrozar.
Soledad...Más allá de la vida y más allá de la muerte, tú y yo siempre seremos uno mismo, una misma persona que aflora millones de lamentos de lágrimas y de sufrimiento.
Y te pregunto a ti, ¿qué hago si mi corazón ya no quiere llorar y mi alma quiere dejar de suspirar?
Soledad…Juntos hemos tocado el cielo y nos hemos consumido en las llamas del infierno…
¿Qué final me espera ante la soledad que me embriaga y el aire que me asfixia, ante la luz que me ciega y el dolor que me regocija, ante la destrucción de mi corazón y la decadencia de la ilusión?... pero esta vez es la ultima vez que hablo del tema...
Post data para una carta culminada, la cual ahora me parece inconclusa. Post data para una correspondencia ya entregada, tardía e inoportuna. Post data dirigida a una persona no dispuesta a leerla. Post data destinada a enmendar un correo el cual no acepta enmienda, pues, como dije en mi carta: “es la última vez que hablo del tema”… |