Hoy en la televisión veo un anuncio de un chico que habla de su familia el día de su graduación. Y dice: "por mi papá, que siempre estuvo ahorrando para una camioneta... y NUNCA la compró".

De pronto pensé en José Manuel, ese hombre serio, de buenos sentimientos, duro y a la vez sentimental, rudo y sensible al mismo tiempo. No hay una voz masculina que yo venere más, que yo respete y ame más que la de él, mi papá, quien me ha enseñado siempre el verdadero significado del amor, ese que no tiene palabras (porque él no sabía decir palabras dulces) pero que con hechos demuestra siempre su fuerza y esplendor. Ese amor que se multiplica y que con un solo beso en la mejilla me hace vibrar y me hace quererlo y admirarlo tanto.

Mi padre nunca ha dicho que tiene flojera. Tuvo una vida difícil y desde joven se dedicó a trabajar para darnos siempre lo mejor y para demostrar que a fuerza de trabajo CUALQUIER sueño es realizable. ¿El papá del anuncio NO se compró la camioneta? Pues qué mediocre, porque mi papá no sólo se compró la camioneta, sino también la casa, el coche, el otro coche, el otro coche y ha llevado a su bella esposa (mi mamá) a su país, Argentina, y a muchos otros lugares tantas veces como ha sido posible.

Un día caí gravemente enferma y él me cuidó. Uno de esos días tuvo que salir a trabajar, pero me dijo que antes iría al súper. Me preguntó qué quería y yo le pedí leche, gelatinas y cereal. Cabe hacer mención que hacía más de 5 años que yo ya no vivía en su casa y haría más de 10 que yo creía que él no sabía nada de mi.

Sólo recordar la impresión, la sorpresa, la alegría, al ver que la leche era en polvo, mi favorita, de mi marca preferida, las gelatinas de "fresa", "cereza" y "frambuesa", y el cereal "JUSTO" el que yo quería (siendo muchos los sabores que me gustan). ¿Cómo supo José Manuel CADA sabor, cada presentación, cada marca, cada gusto? Yo me muero de ternura cada vez que me acuerdo.

En el quirófano me pusieron anestesia general. Y tuve un viaje al otro mundo, al más allá, a otras dimensiones, a otras esferas mentales y físicas: lugares rojos, fucsias, torbellinos amarillos, toboganes verde esmeralda. Vi seres a quienes hacía mucho que no veía pero que reconocía como amigos míos, que me preguntaban cómo era el mundo. Durante ese trayecto recuerdo perfecto haber tenido la sensación, la certeza y la plena seguridad... de que papá estaba afuera esperando, cuidándome, rezando por mi. Su amor traspasó TODAS las dimensiones por las que viajé y yo estaba feliz, porque sabía que él estaba conmigo.

Mi papá es el mejor vendedor del mundo. Su temple y su carisma, lo hacen lograr todo lo que se propone, pero además, le mete esfuerzo, garra y le pone todo el corazón. ¿Una camioneta? ¡Hasta dos! ...Para él no existen imposibles. Y reza siempre, porque siempre bendice y da gracias a su San Martín de Porres y a su Virgen de Guadalupe.

Creo que nunca se lo he dicho pero escribirlo me hace decidir llamarlo hoy mismo y darle las gracias por todo su amor y sus cuidados. Porque lo ví quedarse sin su último billete porque mi hermano lo necesitaba.

¡Gracias, papi... eres el mejor del mundo! Eres mi ejemplo, mi fuente de poder, mis principios, mi vida. Dios te cuide y te proteja porque tú, papi, eres mi ángel de la guarda en este mundo...


José Manuel... ¡gracias por ser mi papá!