TEMORES (Prosa)
Alexander a la edad de 5 años observo como varias abejas se posaban y devoraban el helado que se le había acabado de caer al suelo, por esta razón él, toda la vida le había tenido miedo a las abejas, así que cuando observo que al lado de su CORBATA preferida, justo al lado izquierdo, por donde el tenia que meter la mano al armario para tomarla, se había parado una ABEJA grande y brillante decidió dejar de usarla, pero todas las mañanas, absolutamente todas las mañanas antes de empezar sus actividades, sentado frente a su PIANO observaba de reojo la corbata con mucha nostalgia, eso le ayudaba a escribir nuevas notas, mientras bebía leche y comía galletas.
Esa mañana especifica, Alexander se dirigía hacia el piano mientras se comía una galleta de esas que tanto le gustaban, entonces, decidió acabar con el problema, observo a su alrededor buscando que lanzarle con tanta fuerza al animal para que o se moviera o se muriera, pero al no encontrar nada cerca, lanzo sin pensarlo un GRUMO de su vaso de leche, la abeja no se movió, pero el grumo hizo una curva extraña en el aire y termino justo detrás del armario, pero extrañamente Alexander vio que este grumo no cayo al suelo, así que concluyó que debía asomar la cabeza por debajo del armario, allí observo aterradoramente un hilo muy fino, siguió su trayectoria hasta que se encontró frente a una TELARAÑA y obviamente a una araña igual de grande y brillante que la abeja, se levanto rápidamente, golpeo con la cabeza todo lo que estaba cerca y muy enojado rapo con fuerza la corbata.
Fue en ese momento entonces, que la abeja se dio cuenta de que se había convertido en un ESTORBO.
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