He meditado largamente sobre si debo o no enviar ésta, que como ya no ignoras, será mi última carta, espero que la leas casi como que fuera el último deseo de un condenado, quizá tenemos algo más que en común, bueno y si no lo lees, te entenderé, tampoco creo que mis palabras valgan tanto, y si te hacen mejor no leyendolas me sentiré más tanquilo, pues este es mi deseo y razón fundamental de esta mi última carta.
Nunca quise herirte, ni provocarte ningún daño, menos atormentarte o hacerte sufrir, nunca pensé que sólo enviandote esa nota iba a surgir tal efecto en tí, ni nunca imaginé que esas simples lineas iban a provocar que me evocaras de esa forma, tampoco se me paso por la mente que tienes el deseo conciente de querer olvidarme, que ese sea en realidad tu verdadero anhelo. De hecho pensaba que ya me habías olvidado por eso fue la razón de mi nota, porque yo, este pobre tonto, no logra olvidarla, y no pasa el día o la noche que no la recuerde, no hay momentos donde Ud no este presente en mi mente...
Ud dice que soy demasiado amable o bueno, pero no hay cosa más alejada a la realidad que eso! en realidad soy malo y egoísta, de hecho, si fuera por mí, la tendría aquí a mi lado y no la dejaría irse nunca, porque la amo, la he amado, y la amaré siempre.. pero como ud ya sabe esta es mi última carta no deseo hacerte daño, mi deseo es todo lo contrario si pudiera, si Ud no estuviera a tantos kilometros de distancia y su corazón no estuviera alejado de mí, la colmaría de besos, abrazos y caricias, si pudiera mi único objetivo en la vida sería hacerla feliz, sería a lo único que me dedicaría y en ello entregaría mi vida... como ya le dije mi sentir es como el de un condenado y como tal, mi único deseo es el poder saludarla el 11 de noviembre.. eso y nada más...
Suyo
G.
PS=
"Como se arranca el hierro de una herida
su amor de las entrañas me arranqué,
aunque sentí al hacerlo que la vida
me arrancaba con él!"
G.A Becquer |