Un prospecto de paciente psiquiátrico hacía aspavientos, combatiendo contra el aire, mientras V-- y yo veíamos como infectaba con su demencia a todo el que se le acercaba para dejar sus limosnas. Expresiones enseñadas como -Pobre-, -Que le sirva de algo-, -Que Dios se apiade de el-, llegaban hasta donde estábamos sentados. Yo me palpaba los bolsillos, en busca de cigarrillos; V-- miraba fijamente al guerrero imaginario.

Hice gala de toda mi proyección metafísica y adivine el pensamiento de la carne de cañón que dejaba sus miserias para perpetuar la felicidad del combatiente; -Que bueno que no soy yo-, -Que ridículo-, -Cuidado- y -De plano que no esta loco, esta fingiendo-; las otras que encontré son un insulto a mi inteligencia. ¿Dónde estaba el encendedor? Bolsillo derecho.

-Las ultimas noticias son éstas,- dijo V-- -he encontrado a una mujer vestida de niña, compresiva, empática, raya en lo divino.- Una línea de humo; los gritos del mirlo de la sociedad llegaban a intervalos regulares. -No te engañes, no es lo que parece; puede tener el cuerpo de una infante; pero su mente esta tan desarrollada, me ha sorprendido; es tomar un buen vino hablar con ella- continuó V--.

Sabía yo que V-- encontraba encojonante el no poder hallar, a pesar de exhaustivas búsquedas, en el ser humano una idea fija o una habilidad retórica; asqueado por la continua degradación del todo hasta lo que es hoy; vivía, no amargado, sino en enfrentamiento continuo con turbas de imbeciles que lo fastidiaban. Yo me encontraba yendo y viniendo de mi palacio mental; eternizando la escena del perdido de pensamiento, alimentando mis oídos, leyendo esto y aquello, revisando datos y recostándome en el mármol de Venus, reteniendo la frescura; oía a V--, sintiendo en carne propia sus propias molestias; fastidios insoportables, su poca tolerancia con los que definitivamente no la merecen. Estudio su cara, ¿es que veo un poco de esperanza? ¿En él?; vaya que no, es un balance aceptable del análisis de la situación, se ha separado de las maquinaciones de la peor de las percepciones sentimentales hace ya varias vidas humanas.

-Ah! ah!- les grita el demente a un par de chicas superfluas. Yo sonrío ante su ignorancia. El semblante de V-- se vuelve tosco, sus facciones se endurecen, limbo en su mirada:

-Tratan de ser oscuros, tratan de mostrar el dolor que no vive dentro de ellos. Lo encuentran interesante, porque hace que los demás se fijen en ellos. Si supieran, ah!, si supieran como se siente todos los putos días... - dijo de un solo tirón-, paralelamente uno escribe de lo que jamás llegará, ni por piedad. Es irrelevante, ¿no crees?-

Contesté con un aro de humo. V-- continuó:

-El día que se den cuenta van a llorar como niñitos desnudos en medio del patio del colegio- Alguien trataba de reducir al loco, con una macana- por Dios que en ese mismo instante entenderían, a pesar de lo corto de su alcance, su mediana existencia; la mierda que significan para el mundo pensante. Son insustanciales, exteriorizan falsedades. ¿Cuándo ellos escribir a la luz de la luna de medianoche posesos de fiebres kafqueanas, sudando el frío de por dentro, con el brillo de las luces públicas sentado sobre la espalda dándoles de golpes en el corazón y en la cabeza?, ¿Cuándo escribir como enfermos millones de pliegos hinchados de lagrimas?, y ¿Es que acaso entienden las lagrimas?, ¿Podrán entender algún día?- Un cigarrillo más, V—- estabiliza su respiración mientras yo disminuyo mi capacidad pulmonar, el loco se aleja entre dos policías que lo cambian de lugar.

-¿Sabés qué?- pregunta V—
-¿Qué?-
-Ellos son más amables que nosotros-
-V--, nosotros no somos amables, ni manipulables. Lo que nos provoca a la violencia de palabras (sobreentendido que la física es insignificante, los hematomas se borran, los huesos se encallan, las cortaduras de cauterizan) es el inexistente limite de la estupidez- un recuerdo me mueve a la risa- siempre podemos emparedarlos, hasta no oír sus rasgaduras en la pared- V-- compone su cara en una sonrisa.

-Esta mierda es un cague de risa- dice y se va a su casa, espero no encontrarlo muerto la próxima vez.