Hoy me desperté
con ganas de ti,
con mis manos te busqué
y ya no estás aquí.
Cerré otra vez mis ojos
y estabas dentro de ellos,
tus bellos labios rojos,
lanzaban mil destellos.
Me acerqué a tu boca
y me dice un gran beso,
pasión que me provoca,
tocaste mi pescueso.
Intercambio de besos,
todo era maravilla,
gozar los embelesos,
en esta linda vida.
Se oía nuestro aliento
en aquella mañana,
lo atesrtiguaba el viento,
y la brisa temprana.
Susurraste al oído,
un te quiero mucho,
y lo llevo prendido,
parece que aún lo escucho.
Pasamos un momento
que no he de olvidar,
que precioso encuentro,
que más puedo anhelar.
Unimos nuestros cuerpos
y las almas también,
pareciamos muertos
satisfechos de placer.
De pronto un sonido
se oye a mi alredor,
desperté sorprendido,
sonó el despertador.
Allí estabas tú
dormida tan tranquila,
con tu trajecito azul,
luciendo siempre linda.
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