UN SUEÑO REPARADOR
MATÍAS RAÑA
- ¡2101! – resonó en el aire una voz metálica, y al instante un chico rubio sin rostro apareció en escena. Otra vez la voz hablo. – Te toca un lindo sueño. Se llama Gerardo. Buena suerte. – dijo sistemáticamente entre largas pausas. El chico asintió con la cabeza y de repente el pelo era pelirrojo y tenía una cara, una hermosa cara. Así el sueño 2101 inicia su trabajo.
Hay que aclarar que la primera media hora de sueños eran excelentes. Ahí estaban, en una casa vieja con la tan linda Jennifer, y se besaban como colegiales que eran . El trabajo de 2101 era crear ese sueño, y luego desaparecer. Y de eso se dio cuenta. Y se negó a desaparecer en la eternidad, a transformarse en un recuerdo.
Decidido a todo, entablo dialogo directo con su dueño.
- Me niego a despertar, Gerardo.- dijo 2101.
- ¿Y quien sos vos? ¿No soy yo el que sueña?
- Yo soy un sueño, y me niego a morir.
- Pero si vas a volver mañana.
- No, ese será otro. Yo quiero vivir para siempre.
- ¡¿Y qué queres que haga?!- pregunto indignado.
- ¿Sabes lo que es dedicarte toda la vida a una cosa para saber que en dos horas vos me lo podes sacar? ¿Sabes lo que es vivir por algo que no va a poder ser, ir saltando de ilusión en ilusión?
- Sigo sin entender que queres que haga yo.
- Te ofrezco este trato: vos vas a vivir las ilusiones mas hermosas que yo te invente, a cambio de que vos no despiertes más, a lo sumo por un tiempo.
- ¿Queres que me muera?
- No, que te duermas.
- Ni loco, no hay trato.
- ¿Pero qué voy a hacer?
- Vos sos el de la imaginación, pensa algo.
- Si vos no queres nada... yo te voy a forzar.
- Pero para loco...
- Calla.- dijo por fin, amenazante 2101.
- ...- No hablo más. Había quedado dormido.
Causas medicas nunca se encontraron, misteriosamente Gerardo había entrado en estado de coma una noche, hace ya un mes, y no presentaba signos de lucha contra esto. Si de alguna manera se durmió, técnicamente de otra debía despertarse.
- Quiero despertar, estoy harto de este mundo de mentira.
- No.
- Pero ya viviste demasiado. Quiero despertar ahora.
- ¿Qué tienen mis fantasías que no te gustan?
- Son de mentira, eso. No siento nada de lo que pasa acá. La semana pasada me atropello un auto y no conseguí siquiera una cosquilla. Extraño mi mundo.
- Pero si vos te despertás yo me muero, serías un asesino.
- ¿Un asesino de quien? ¿Quién te reclamaría? ¿Quién lloraría tu muerte? Sos un sueño, nada mas, es cuestión de que llegue otro en la noche.
- Yo te doy lo que vos queres, no lo podes rechazar.
- No, vos no me das lo que yo quiero, vos me lo mostras, porque el día que despierte me voy a dar cuenta de que todo fue mentira, toda la magia fue de mentira.
- Pero yo creía que... toda mi vida así... – y de repente 2101 fue desapareciendo. Minutos después Gerardo despertó, y volvió al mundo de verdad.
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