Nuestra cultura de hoy, es decir, la cultura contemporánea, sufre de una distorsión grave de la realidad, pues ahora el mundo se hunde en el subjetivismo de las ideologías y de muchos pensamientos ilógicos humanos que tienden a definir a la persona humana como el centro de todo. Y con estas distorsiones, podemos ver que en el mundo, en el día a día de muchos seres humanos, se vive un agnosticismo funcional, que como bien sabemos es la negación de Dios en nuestros pensamientos y en la vida cotidiana. El ver a Dios a mi manera.
Podemos ver distintos puntos de vista, de cómo nuestra cultura actual niega la existencia de Dios en su vida, muchos se quedan con el pensamiento del llamado “Dios relojero”, es decir Dios es como un fabricante de relojes, que les da cuerda y los suelta en el mundo para que ellos sigan avanzando; este pensamiento, creo yo, se vive mucho ahora, solo que de diferentes formas.
Después tenemos otro pensamiento influyente que es el del filósofo Juan Bautista Vico, que dice: “solamente se conoce lo que uno ha producido” y este pensamiento lo podemos notar en muchos de los científicos o personas que viven orgullosos de sus logros, y ese orgullo exagerado y vanidoso les opaca una visión del mas allá, solo conocen sus logros, lo que ellos producen.
Por otro lado tenemos una cierta renuncia a conocer las cosas como son, que es influenciado por el filosofo E. Kant; y esta renuncia al conocimiento sustancial, es una renuncia a la verdad y un hoyo en el cual la cultura cae, que es el desinterés de lo divino o la utilización de excusas a todo, pasar al relativismo.
Luego, Friederich Nietzsche, el filósofo más influyente en esta tendencia agnosticista, a mi parecer, plantea una teoría muy agresiva o extremista contra la Iglesia, al mencionar su famosa frase “Dios ha muerto”, pensamiento que lejos de ser un pensamiento lógico, es un capricho del filósofo, y se ha ido convirtiendo a través del tiempo en un pensamiento social, ya no personal; ahora es algo de la sociedad en la que Dios no esta permitido o mejor dicho, Dios debe desaparecer, es decir, tenemos que negar a Dios con el fin de quedar liberados en cuanto a seres humanos.
En una manera muy especifica, podemos ver como este agnosticismo funcional se vive, si revisamos las leyes de las constituciones de los países, en los que últimamente se notan leyes alejadas a los principios humanos que Dios implantó, una de ellas, fuertemente criticada es la del aborto.
También podemos ver esto en el arte, sobretodo en la música, el cine e incluso en la literatura; donde tenemos claros ejemplos como el del Código Da Vinci que niega a la plenitud de la Revelación es decir Jesucristo, o distintos grupos de música que se basan en pensamientos satánicos, pensamientos que contagia a sus fanáticos, influenciando de alguna u otra manera en esta corriente ateísta.


Es por todas estas causas que el mundo esta como esta, entrando a una etapa de extinción de la fe, una “cultura de muerte” así llamada por S.S. Juan Pablo II que dice: “Allí donde Dios muere en la conciencia de la persona humana, se sigue inevitablemente la muerte del hombre, imagen de Dios”.
Primero, Dios existe y lo sabemos, y existen mil y unas pruebas muy aparte de la fe para probarlo. Lo sabemos por la propia naturaleza del hombre, que anhela el infinito, anhela a algo o a alguien que pueda saciar toda su hambre de felicidad, alguien divino, por encima de nosotros.
Muy aparte de la filosofía del hombre, de esa necesidad de saber el porqué último de las cosas, podemos notar que existen mas pruebas científicas que afirman la existencia de Dios, que las que lo niegan.
Una de las pruebas, no científicas, ni de la conciencia, es la misma naturaleza, la perfección de las cosas, esto nos lleva a un razonamiento lógico en el cual podemos descubrir a un creador de todo, y decimos un creador, porque alguien con mucho talento ha tenido que lograr esta perfección, como lo es la naturaleza, y ese alguien es Dios.
Otra prueba de que Dios es fundamental en nuestras vidas, que existe y es nuestro Padre, es que muchas de las personas en estos últimos tiempos, buscan a Dios solo cuando algo malo les pasa, es decir, Dios solo existe cuando necesito un refugio o una respuesta a un dolor, pero al fin y al cabo, experimentan un anhelo de Dios, un anhelo de felicidad igual que muchos de nosotros cristianos, y aunque sea una manera muy desubicada de ver a Dios, ver a Dios a mi manera, ellos lo buscan porque creen en su sabiduría y en su ayuda, confían en Él, aunque no muy plenamente, ni abiertamente.
Pero ahora, en la cultura contemporánea, muchas personas viven alejadas de Dios por sus caprichos o simples resentimientos que logran rescatar de experiencias ante la vida, como por ejemplo: la muerte de un ser querido, obviamente es muy doloroso para cualquiera, pero ahí quienes en ves de posar ese dolor en Dios y pedirle estar en su gloria, le echan la culpa a Dios y al hacer esto van alejándose de Él, y poco a poco dejan de creer, así hasta llegar a negar su existencia, esto por resentimientos ante la vida.
Pero algo que queda bien claro y debe ser tomado incluso como una prueba de la importancia de Dios en nuestras vidas, es que Dios, donde lo menciones, causa polémica, es un tema muy amplio al cual muchos critican pero siempre causa una discusión cuando este tema es tocado, y es que si Dios no fuera importante, entonces nadie hablaría de Él, ni causaría tanta polémica como lo causa en estos días.
Yo me pregunto: ¿Qué sentirán las personas que afirman que Dios no existe, o que Dios ha muerto? Y es que suena tan falso de un ser humano afirmar eso, si cada uno de nosotros tenemos un anhelo de felicidad, un anhelo de vida eterna, de salvación. Y duele mucho ver que hay gente que no lo vive, incluso no es que no lo viva, sino que no lo deja vivir, no deja que Cristo entre en su corazón, y es por esa distorsión de la razón que la gente no abre las puertas de su corazón, pero se que en el fondo sabe que hay alguien mas, alguien en que confiar, alguien que todo lo sabe y ese es Dios.


Guardo en mi corazón una anécdota inolvidable. Una vez en la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia, en el metro, pudo apenas escuchar una conversación entre un sacerdote canadiense y una joven alemana no creyente, en la cual el sacerdote le contaba nuestras experiencias vividas en la jornada y expresaba su felicidad, y a la vez ella pudo notar la de muchos de nosotros al oír cantos y ver sonrisas; cunado en un momento la mujer que parecía toda seria y que no le interesaba la conversación, empezó a sonreír y de pronto su cara cambio cuando el cura le invitaba a formar parte de la jornada, a invitarla a dejar que Cristo entre en su corazón y le dio una estrella, símbolo de la Jornada, y el padre le explico su significado, lo único que pude ver en esa chica fue un cambio, fue una alegría exterior y de seguro interna, que me demostró como la gente anhela a Dios, como la gente quiere ser feliz pero a veces tiene miedo de abrir su corazón y no encontrar nada, pero para eso esta la fe.
Y aunque no lo creamos, y le echemos la culpa al mundo por no creer, todos y cada uno de nosotros tenemos un poco de culpa, por no dar mas de lo que podemos dar, por eso Cristo nos invita a nosotros cristianos a cambiar el mundo, a predicar la Palabra hasta los confines del mundo, y nosotros como cristianos bautizados que somos hemos aceptado esa misión.
Dios siempre esta ahí con nosotros, siempre a nuestro lado apoyándonos y tocando la puerta de nuestro corazón sin cesar, de nosotros solo depende el dejarlo entrar o no. De nosotros depende también el cambiar el mundo, debemos sentirnos culpables por la crisis del mundo y defender sin miedo la verdad, una verdad absoluta, la verdad por la cual muchos hombres dieron su vida: Dios.