Mientras todo se derrumbaba a través de la ventana,
él no hacia más que jugar con los botones del control
Se cambiaban una y otra vez las aventuras que resultaban mucho más atractivas que lo que podía tener en su vida
Tanto amor y felicidad que se alcanzaban tras sucesivos clicks del remoto
Mediante se aburría de repetir las historias apretaba infinitas veces con tal de encontrar algo que le pareciese mejor
Quería la brisa y las hojas de otoño que rodeaban a la pareja
Quería las puestas de sol y el mar que bañaba los cuerpos
Los colores y las sutilezas más cotidianas que se proyectaban de manera tan imposible y tan extraordinaria
Al final no iba quedando más que la avaricia y el cansancio
y aun así lo envidiaba todo,
y lo perseguía a través de la mente
Cuan profundo y celestial eran los mismos retoques del pasado y del presente,
Anuncios manchados en tristeza y puestos de vigía desocupados
Todo tan hermoso y paciente, y tan mundano y desagradable
Las calles vacías y la acera opaca y mientras todo se derrumbaba a través de la ventana y él solo respiraba la soledad que lo rodeaba, y la misma vida que se acababa de nuevo, aquella noche se cerraban los parpados ante lo que nunca conocerían sus manos.