Corren por toda la habitación.
mientras en la calle todos gritan por el conejo perdido.
no hay que saber mucho sobre nada para darse cuenta de todo lo vago e inicuo que son, entre otras cosas: el agua, el desamor y las tormentas eléctricas.
El conejo sigue corriendo...
seamos considerados con el resto de la humanidad y démosle a los monos la tranquilidad que necesitan en este preciso momento para hacer la sinfonía más hermosa de todos los tiempos.
Volvamos a la habitación. Aún están ahí, armando todo, destrozandolo todo.
Más vale que el conejo no vuelva nunca más por aquí.
Texto agregado el 13-05-2007, y leído por 185
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Es esto lo que esperaba, un estilo nuevo, ya estaba aburrido de los centenares que plagian el estilo de cortázar. Me ha gustado mucho tu innovación.. Bruno brunoporterceravez