Corren por toda la habitación.
mientras en la calle todos gritan por el conejo perdido.
no hay que saber mucho sobre nada para darse cuenta de todo lo vago e inicuo que son, entre otras cosas: el agua, el desamor y las tormentas eléctricas.
El conejo sigue corriendo...
seamos considerados con el resto de la humanidad y démosle a los monos la tranquilidad que necesitan en este preciso momento para hacer la sinfonía más hermosa de todos los tiempos.
Volvamos a la habitación. Aún están ahí, armando todo, destrozandolo todo.
Más vale que el conejo no vuelva nunca más por aquí.
Texto agregado el 13-05-2007, y leído por 189
visitantes. (2 votos)
Es esto lo que esperaba, un estilo nuevo, ya estaba aburrido de los centenares que plagian el estilo de cortázar. Me ha gustado mucho tu innovación.. Bruno brunoporterceravez