Estorbo (Prosa)



Me duelen los pies, no es justo caminar por la telaraña de la ciudad todo el día. Ni toda la noche.
Justicia… qué es la justicia en una caminata.
Señor juez, le solicito determine justa y sabiamente durante cuánto tiempo hay que caminar. Claro, el juez se habrá de preguntar qué tipo de pregunta es ésa, dirá que ésa pregunta no tiene nada que ver con su saber y entender, que el sabe y entiende de leyes, que no sabe.
Se ajustará el nudo de la corbata y seguirá leyendo leyes.

Tendría que haber terminado la escuela o hubiera tenido que terminar la escuela, no sé, tal vez si la hubiera terminado sabría, o no. Mi tía Amalia tocando el piano me lo repetía tantas veces como teclas tocaba repetidamente: cosas vederes Sancho que non crederes por ejemplo dábale arroz a la zorra el abad.

Dejé de ir a la escuela el día que me picó una abeja, salí corriendo y no volví más, ni a mi casa.

Desde ese día estoy pensando que en algún grumo de mi cerebro está el camino de vuelta.