Canciones ocultas en el silencio de mi soledad,
canciones que dedico a quien no existe en mi mundo real,
a quien mis ojos no han visto, ni mis manos han recorrido,
de principio a fin, como si estuviera a mi lado, imagino.
Rasgos finos de escultura, ojos verdes que sonríen
Y te acercan a sus labios, luego muerden, no te fíes.
Ese desorden de cabellera, reflejo preciso de su interior.
Delgadez sugiriendo fragilidad, oculta una fuerza mucho mayor.
Queriendo abrazarte me precipito al vacío,
seguridad que me reduce, me hace sentir pequeña y perdida.
Solo un demonio posee tal hermosura, sólo un sueño perfecto
llega de pronto y me perturba
Solo así explico que mi conciencia se haya disipado
mi atención y las ganas, nunca antes me habían abandonado
Camino sin ver y tropiezo,
camino en círculo pues demonio me has difuminado
¿A dónde irán mis ojos ahora que el mundo se ha vuelto gris?
¿Cómo concentrar mi pensamiento si el humo me impide ver las letras, si las notas de esta canción oscurecen el cuarto?
Nudo en la garganta, su garra fina lacera mi cuerpo.
No me permite sacar lo que quema por dentro,
Son canciones ocultas, las que entono sin voz.
Y dejan acorralada mi alma en un rincón.
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