Aun tengo impregnado el sabor de tus labios
Y al cerrar los ojos te siento en mi piel
Imagino que estás a mi lado
Y el calor de tu aliento va calentando mi ser,
Es algo sublime sentir que me abrazas y me dices que me amas…

Pero al abrir los ojos me doy cuenta que solo fue un sueño
Que la realidad es muy distinta, muy fría, muy dura y que lo único que hallo a mi lado es una almohada y es a eso a lo que me aferro como si fuera tu pecho, y que el sabor que tengo en mis labios fue el de la despedida, es un sabor amargo más que la hiel que me dice una y mil veces que no volverás, que te perdí, que ya no te tendré y que sólo me queda tu recuerdo al que podré acariciar junto con la almohada que quedo en tu lugar...

Intento cerrar los ojos y te busco en mi recuerdo,
Buscando el sabor de tu labios de nuevo,
Pero ya no estás, ya te has ido, alejándote de mi cual estrella fugaz sólo pasa una vez y sin poder pedir el deseo se marcha y todo queda en la mas temible oscuridad, ahora solo queda una extraña sensación de soledad que no me puedo arrancar
Que no puedo explicar, Y no me queda nada más que ponerme a llorar…