Era la mañana del 24 de julio, era invierno, las mañanas se tornaban cada ves mas frías cuando abrió la puerta seguía lloviendo, aún indecisa no sabia que hacer cada ves que se encontraba a punto de cruzar el lumbral de la puerta para ir a buscarla se acordaba de la discusión de la noche anterior y eso lo detenía se decía así misma ¿que estoy haciendo? Quizás por un falso orgullo o quizás por que se sentía tan lastimada con cada palabra dicha hacia unas horas, ya que las palabras siempre son un arma de doble filo. en un mismo instante puede llevarte hasta el mismo cielo o descenderte hasta lo mas profundo infierno y dejarte ahí sin hallar una salida de regreso. Pero para sofhie cada minuto que veía pasar en a aquel reloj de pared antiguo que juntos habían escogido y que ha Marcelo Mucho le gustaba se le hacia una eternidad cada minuto, cada sonido que hacia el reloj se hacia mas profundo en su corazón sintiendo como si se le fuera la vida con cada minuto que pasaba, en ese momento paso por su mente que si sería cierto lo que en un momento de ira Marcelo le habría dicho se preguntaba y preguntaba una y otra vez que tan cierto sería ¿se iría para siempre? ¿Seria tan fácil olvidarme? y tantas preguntas venían a su mente, cual petardos llegaban con tal fuerza que herían cada vez mas profundo en su corazón… pero de pronto, le venia una pequeña esperanza que surgía y ella trataba de aferrarse y sentado en aquel sillón se perdía dentro de sus propios pensamiento pero el sonido del reloj anunciando las 10 hizo que volviera a su cruda realidad, miro el reloj y con los ojos llenos de lagrimas se dijo y si se fue lo perdí para siempre pues el tren saldría a las 10 cojio las llaves y sin pensarlo dos veces salió corriendo de la casa tomando, el primer taxi llegando a la estación lo más pronto posible eran las 10 y 10 de la mañana y la llovizna se hacia cada ves mas fuerte, más intensa al bajar del tren se dió cuenta que era demasiado tarde, que el tren ya se había ido que la estación estaba desierta, para su sorpresa… sintió como si se derrumbaba, que las piernas se le aflojaban pensando que el amor de su vida se había ido, luego de un instante comenzó a caminar sin rumbo alguno cuando de uno de sus bolsillos saca un a cigarrillo y siente una voz que le dice no te parece que es muy temprano para fumar, su mirada se iluminó , su emoción era tanta que no pudo decir palabra solo lo abrazo a lo que Marcelo Solo le dijo, no pude irme me di cuenta que te amo y que no seré yo quien nos separe… y se quedaron abrazados bajo la lluvia y fundiéndose en un beso intenso ante las miradas atónitas de los demás ….
Sophie mientras la abrazaba no cabía de felicidad al saber que no se fue al saber que aun la amaba pero algo albergaba su corazón eran las palabras que no podrá olvidar jamás …
Fuego del Amanecer 10:12 set 29 el 2006