Una luciérnaga misteriosa en mi jardín

Una mañana muy fría, sentí un llanto lamentable en mi jardín. Cuando me asome a ver que pasaba, no encontré a ninguna persona. Me regrese a mi casa, pero seguía sintiendo un suave llanto.
Sin darme cuenta antes, vi una pequeñita luz, que aparecía entre las flores y matas de pino. Se trataba de una luciérnaga misteriosa perdida en mi jardín.
Le pregunte porque lloraba y, con un suspiro me respondió que estaba perdida. Con ánimos de ayudarla, me contó que su familia de luciérnagas había desaparecido en una horrible tragedia. Un gato enorme, se los había tragado, y solo esta luciérnaga se había salvado.
Tristemente esta luciérnaga no paraba de llorar. No sabía como consolarla, su familia ya no estaba y tenía tanta pena, que su luz cada vez se apagaba más.
La tome entre mis manos, la acaricie sus lindas alas, le ofrecí quedarse en mi jardín por el tiempo que quisiera, para entregarle mucho amor y, los mejores pétalos de mi jardín, pero con un rotundo no, solo se alejo sin dejar rastros de luz. Tiempo después, al abrir mi ventana, encontré a esta luciérnaga dormida sobre un pétalo de una linda flor. Al despertarla, la linda luciérnaga me pregunto, si aún seguía en pié la propuesta de vivir en mi jardín...

Se preguntarán cual fue mi respuesta ¡

Y , así somos las personas, nos vamos en forma ingrata olvidando a esas lindas personas, que solo nos han entregado amor. Pero cuando somos bien acogidos y entregamos tanto , tarde ó temprano siempre habrá un regreso y, es ahí donde recién podremos responder a tanta ingratitud.