Esperando, cabizbajo a ser fusilado sólo pensaba cuánto valió la pena... el camino andado hasta ahí, los versos que de él nacieron, todo por el puto delito de ser amante..
"Sí, me declaro culpable por amante sospechoso, ladrón de su alma, quien se embriagó con sus besos a media luna, quien comió de su indecencia con el frío por la espalda, quien nunca rindió cuentas de entregarse sin reparos, aquel que amó hasta en domingos más que a dioses o primavera, ese fui... y con el agravante de haber levantado su falda con más gloria que otra cosa, y tocar el cielo en su presencia, y así que se me juzgue, me condene y lo que merezca, lo mereceré, pero lo he vivido y de qué manera..."
Y así, poco a poco, morí de amor...
"...y amores que matan nunca mueren" J. Sabina |