Aquella mañana dejo de ser la alegría que siempre albergo aquel paraje, alli se encontraba Elisa, cabizbaja y cubierta de lagrimas.Hola ¿Qué te pasa? .Esperad un momento y ¿la historia? no podría desvelar el final sin antes habernos presentado.

Mi nombre es José llegue a este lugar no hace muchísimo tiempo buscando algo que no tardaría en encontrar. En este lugar todo el mundo era desconfiado, se ocultaban tras las ventanas y las puertas como si algo terrible les fuera a pasar. Decidí buscar alojamiento los intentos fueron inútiles nadie contestaba a la llamada de las puertas y timbres.

Agotado por mi largo viaje decidí ir hacia las afueras y buscar cobijo entre la espesura del bosque, y así lo hice allá me dispuse a extender mi manta cuando una voz se escucho
-No iras a dormir aquí, el relente de la noche en esta zona es muy fuerte, perdona mi nombre es Elisa y el tuyo –
< José pero dime estas sola en este lugar >
- Si en el pueblo no me admiten por que dicen que soy diferente , al igual que tu-
< ¿Diferentes a que? No entiendo nada.
- Bien me mostrare y así lo entenderás –

De entre las sombras surgió aquella muchacha y camino hacia donde me encontraba.

- Lo ves no soy igual que tu, y acabaras despreciándome al igual que ellos lo hacen-
< Por ser de otra raza jamás lo entenderé, voy escapando de los que me quieren dar caza por pensar diferente a ellos y creo que no lo he conseguido, he hay la gente del poblado, y aunque no lo creas si deseas la compañía de un amigo aquí me tienes >
- Gracias acompáñame te mostrare tu nueva casa –
< ¿Vives en un árbol?
- Si te parece raro –
< No hace muchísimo tiempo yo vivía en uno hasta que los del pueblo cercano le quemaron>
- ¿Y eso?
< Por defender el linchamiento de unos muchachos y el libre pensamiento >
- Creo entonces que estamos en el lugar equivocado, a parte de mi raza me odian por ser hija de los seres mas maravillosos que puedan existir el amor y la ternura así eran mis padres un elfo y un hada –
< Pues entonces corres peligro a través de mis huidas he visto carteles y reuniones para dar caza a un ser que no era de este mundo, nunca llegue a entender a quien se dirigían y ahora te tengo frente a mi >

Desafortunadamente no se percataron de algo o alguien les había seguido, de entre el silencio del atardecer se escucho un silbido.

< ¡NO! Cuidado Elisa>

José se interpuso entre aquel silbido y Elisa con tal mala fortuna que su corazón fue traspasado por una bala. Desde la lejanía se escuchaban voces de le hemos dado caza y ahora a por ella.

- José dime algo , por favor no me abandones ahora, malditos humanos –

Una niebla se discernía sobre ellos, los humanos fueron convertidos en excrementos, José se había transformado en una piedra, y Elisa no se hallaba en ningún lugar, hasta que la niebla desapareció y sobre aquella piedra escrita por musgo se podía leer hasta mañana José.

Por eso siempre que veáis las gotas de rocio acariciar el musgo depositado sobre una piedra pensad en Elisa y José.