era mas de la media noche cuando escuché que alguien pronunciaba mi nombre. me pregunté, el cómo alguien me llama por mi nombre si ni yo mismo lo recordaba, esto es verdad desde el día en que tuve un accidente en donde lo único que recuerdo es que me gusta mucho escribir, y eso hago diariamente, encerrado en una pieza para gente enferma así como yo. pero, escuchar que alguien repite ese nombre, una y otra vez, haciéndome sentir que ese sonido tiene algo o mucho que ver con el nombre que me clavaron desde que vine al mundo, eso sí me da que recordar... aunque tan solo recuerdo el sonido de ese nombre y que yo iba corriendo como si yo fuera un perro escuchando u oliendo un hueso.
he dejado de escuchar ese nombre y me siento mejor, pues no me gusta recordar nada, tan solo escribir una que ora cosa que brota de mi interior. dice la doctora que pinte o escriba, yo elegí escribir de cualquier cosa... la otra tarde estaba sentado en mi pieza, escribiendo una carta a mí mismo o a ese otro que ya no recuerdo y me sentí bien, era como si se abriera las brumas del paraíso perdido y todo fuera como una fiesta de niños, pero lamentablemente no es así, quizá por mi suerte no sea así.
tengo un pequeño cuaderno en donde he escrito una sola cosa, un nombre mas de mil quinientas veintisiete veces, dice un nombre, pueda ser que sea el mío, pero eso no importa porque lo que mas me gusta es escribir por escribir, ya sea un nombre o un texto, poema, carta, cualquier cosa que tenga que ver con escribir...
dicen mis amigos que soy un genio escribiendo, pero no les creo mucho de lo que dicen, tan solo soy un amnésico que le gusta escribir miles de veces cosas. hay días en que no salgo ni siquiera a comer, porque me gusta mover los dedos, sentir una pasión sin palabras y llorar como un perro mientras clavo este puñal adentro de mi corazón, porque, sépanlo bien, me gusta escribir por escribir como si fuera eso lo mas importante que deba de realizar el resto de mi vida, y eso haré, escribiré contando, o escribiendo cosas, o ese nombre que escucho miles de veces afuera de la calle, puede que sea un alienado que desea que yo recuerde quién fui yo antes de tener el accidente, pero por ahora me siento muy bien, mejor que bien, es decir, excelente, así como esas salida de sol al atardecer mientras manejas hacia tu hogar y ves que todo es tan bello cuando te detienes a ver el crepúsculo, como un niño, o una persona que no tiene pasado, pero sí un futuro interesante sí encuentra un trabajo decente...
he escrito muchas novelas, las he mandado a editoriales, pero todas me han sido devuelta, porque el tema de mis textos es el sentido de la existencia, y, según el editor, a la gente no le gusta hacerse preguntas sacras porque tiene el mundo por delante tanta frivolidad bien nacarada, con ese brillo que tiene el sol y las piedras preciosas...
continúo escribiendo, puede que un día no lo haga ya mas, ese día, seguro que ya no tendré que ver con nada ni con nadie, será el fin de mis días, el fin de mi contacto con la gente, es mejor encerrarse en un círculo y escribir sin para, así como quien empieza a soñar, y sueña, sueña durante toda la noche, o durante el resto de su vida...
san isidro, mayo de 2007
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