El miedo al apego nos separa.
El miedo al desapego nos abraza, destrozandonos.
El miedo solo nos destruye
y apaga la llama que un dia nos incendio por dentro.
Como un prado seco en medio verano.
Como una llama fresca
que fluia como agua dentro de nosotros.
Una rafaga de amor puro.
Una rafaga de sensibilidad.
Rafaga o llama?
El viento es mi amigo, es verdad;
aunque aveces le temo.
O apaga o enciende, algunas veces hasta confunde.
Es una realidad que descubre,
el verdadero sentimiento.
Habrá sido amor o ilusión?
Quiero pensar que es amor o que almenos fue.
Quiero pensar que no fui yo,
quien llena de amor estaba y estoy.
Si no que fue el miedo.
Miedo maldito que se opone entre los dos.
Miedo que celaba nuestro estrecho lazo de amor incondicional.
Miedo que descubrio la puerta de un violento ataque y nos separo.
¿Que se hace con el miedo? Quisiera que me lo contestaran!
Quiero poder actuar contra las adversidades de la vida.
¿Estara en mis manos? Eso dicen algunos.
¿Que se hace con el maldito miedo cuando se ama?
¿Que se hace con la inseguridad que nos trae?
El tiempo no es solución, el amor siempre estara,
y el miedo por siempre vivira si no hay voluntad.
El amor pudo aliviar miedos,
miedos que desaparecieron mientras esa ola roja cubria nuestros pensamientos,
mientras la ilusión, la mas fuerte de las tres,
arrojaba al mal mar todas nuestras preocupaciones,
pero si la conciencia no va con el amor,
el miedo perdurara y el amor desaparecera.
El miedo y el amor.
La oscuridad y la luz,
definiran la vida en donde quiera que haya sensibilidad.
El miedo la borrara pero no la matará, nunca falta ni faltara.
No se manifestara pero tarde o temprano con mucha ira
el volcan explotara y talvez cuando eso pase,
no habra nada que pueda destruir.
Todo habra muerto y la ilusion estara en otro mundo,
nunca sabremos si mejor o peor.
Solo sabremos que el miedo fue.