Tengo el alma llagada
del daño que te hacen,
mujer y madre iraquí
Tengo úlceras que sangran
en mi conciencia,
por no poder hacer nada,
nada más que escribir,
una minúscula verdad,
de todo lo que encierra esta violencia,
de todo lo que esconden,
los rufianes y sabandijas,
con escuálidas razones
¿Tendrán madre estos verdugos
que amenazan la semilla de nuestro vientre?
¿Habrán sentido alguna vez
el calor tibio de un pezón manando leche?
Me persiguen las imágenes de vuestro sufrimiento,
como visiones macabras, cotidianas,
como obsesiones amenazando a la esperanza,
y me dejan desgastado ya el camino
de las palabras,
por haber perdido toda la razón humana
para expresar tanta desesperación, tanta crueldad
sin límite, sin techos ni puertas,
olvidada entre el cielo y la tierra.
(Escrito "El día de la madre ¡Ese negocio padre!"
como demuncia al trato que están sufriendo las mujeres, madres, iraquíes por las tropas anglo-americanas)
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