Un terrible rugido de carabina se repitio constantemente por la iglesia. En el centro ,el cura del pueblo inerte ,en su sangre bañado. Una biblia abierta, a su lado, con un escrito a lapiz de aquel infeliz: Demuestra tu existencia, deten la bala ante mis ojos. P.D:lo mejor fue el vino.
Texto agregado el 03-03-2004, y leído por 230 visitantes. (2 votos)