Hoy me levante alegre,
observé la claridad del sol,
el pájaro que se mece
en un frondoso árbol.
El cielo es azul,
canta aquella ave,
y conmigo estás tú,
es lo que más me sabe.
Cuanto he desperdiciado
por no ser observador,
todo lo que nos ha dado,
las maravillas del creador.
El susurro del viento,
la melodía que canta la cascada,
el sonido del siervo,
que avanza de madrugada.
La textura de las nubes,
los cerros que abrazan,
hay tantas lindas virtudes,
que verlas no me cansan.
Aún puedo apreciar
a muchos animales,
que suelen pasear,
por pastos naturales.
Observo al gorrión
y a un lindo cotorrito,
me canta una canción,
su sonido es bonito.
Ese color verde
del campo de mi tierra,
la mariposa emerge
y belleza nos entrega.
Caen unos cristales
tan finos y anhelados,
y miro araudales,
que todo está mojado.
Me acaricia el viento,
me duermo en un silencio,
que precioso es lo que siento,
regalo del eterno.
Me pongo a observar
y miro a tanta gente,
que suele caminar,
sin levantar la frente.
Caminan cabizbajos,
no ven hacia ningun lado,
parecen no apreciar
lo que el señor les ha dado.
Y tú que aún miras,
no pierdas esa oportunidad,
porque hay otra gente
que sólo tiene oscuridad.
Da gracias a la vida,
por lo que te ha dado,
pero regala ahorita,
un abrazo apretado.
Es bueno que reconozcas
lo que te da la vida,
pero mejor que conozcas,
que puedes sanar heridas.
Vamos, da un abrazo,
no lo dejes para más tarde,
ese tu primer paso,
habrá de compensarte.
|