top! Ahora o nunca

Una vez me inyecte, de ahí no pude parar más.
Por que la cosa te consume po, te atrapa como que esuchai hablar de ella y te volví loca, así me paso a mí.
Era mi primera vez y al rato ya quería más y más; así estuve durante un año: viciada, adicta, vuelta loca, atrapada en el tremendo hoyo.
Yo no me daba cuenta de como estaba, aunque tampoco hubiera tenido las agallas para acabar con este vicio que me tenía en vela cada vez que no conseguía lo que quería.
Ese fue mi primer año de desenfreno total, pero lo peor vino después... la recuperación.
Sí, meterse en la wea fue fácil, pero lo que me costo fue salirme; trataba de ser independiente de la jeringa, pero me costaba demasiado.
Recurrí a cuanta cosa rara uno puede imaginar: doctores de todo tipo, desde locos por las plantas hasta locos por la plata, sicólogos, terapeutas, consejeros, en fin... pero me di cuenta de que tenia que hacer algo más: un compromiso, así que un día me dije: puta basta! ¿Acaso vay a seguir gastando plata en cada loco que se te cruce? No po, teni que parar esto ahora, tu misma.
Y al fin esa misma tarde me libere de los pinchazos con gusto a heroína, sí al fin... por fín, termino.